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3% de la energía eléctrica generada a nivel mundial proviene de Petróleo

2.78 % Participación en la electricidad global
650 gCO2eq/kWh Intensidad de carbono

El petróleo es una fuente de energía fósil líquida que ha sido crucial para la economía global durante más de un siglo. Se forma a partir de la descomposición de materia orgánica que ha sido sometida a altas presiones y temperaturas durante millones de años. Generalmente, el petróleo se extrae de yacimientos subterráneos a través de pozos perforados en el suelo terrestre o submarino. Una vez extraído, el crudo se refina y se convierte en productos como gasolina, diésel, queroseno y una serie de productos petroquímicos. Estos derivados no solo son fundamentales para el sector del transporte y la industria, sino también para la generación de electricidad.

Para generar electricidad a partir de petróleo, el proceso típicamente implica la quema del crudo o de sus derivados en centrales térmicas. Cuando se quema petróleo, se calienta agua produciendo vapor. Este vapor a alta presión impulsa turbinas, que a su vez están conectadas a generadores eléctricos. Aunque este método de generación eléctrica a partir del petróleo es menos común que otros combustibles fósiles como el carbón y el gas, sigue jugando un papel en ciertas regiones donde el acceso a otras fuentes de energía es limitado.

Sin embargo, el uso del petróleo para la generación de electricidad viene con varios inconvenientes significativos. Entre estos se destaca su alta intensidad de carbono. Con una emisión media de 650 gCO2eq/kWh, el petróleo es una de las fuentes de energía más contaminantes en términos de emisiones de carbono. Esto contrasta notablemente con las fuentes de energía baja en carbono como la energía nuclear (12 gCO2eq/kWh), la eólica (11 gCO2eq/kWh) y la solar (45 gCO2eq/kWh), las cuales representan opciones mucho más limpias y sostenibles en la urgente lucha contra el cambio climático.

Otro problema crítico asociado con la generación de electricidad a partir de petróleo es la contaminación del aire. La combustión del petróleo no solo libera dióxido de carbono, sino también una serie de contaminantes como óxidos de nitrógeno, dióxidos de azufre y partículas, que contribuyen al smog, la lluvia ácida y problemas de salud como enfermedades respiratorias. Las bajas emisiones de las energías baja en carbono como la nuclear y la solar no solo ayudan a mitigar el cambio climático, sino que también ofrecen un futuro más limpio en términos de calidad del aire.

Dado el contexto actual de la crisis climática y la necesidad de un aire más limpio, la promoción y expansión de fuentes de energía baja en carbono es más urgente que nunca. En este sentido, la energía nuclear y la solar emergen como pilares esenciales para transformar nuestra matriz eléctrica hacia un futuro más limpio y sostenible. Estas soluciones no solo nos permitirán cumplir con los objetivos climáticos, sino también garantizar un suministro eléctrico confiable y creciente que satisfaga la demanda de un mundo cada vez más electrificado y tecnológicamente avanzado.

País/Región kWh/persona % TWh
Curazao 3381.2 W 70.9% 0.6 TWh
Estonia 1473.8 W 22.4% 2.0 TWh
Argentina 210.4 W 6.1% 9.6 TWh
Australia 181.3 W 1.7% 4.8 TWh
República de China (Taiwán) 179.4 W 1.4% 4.2 TWh
Eslovaquia 78.8 W 1.5% 0.4 TWh
Colombia 67.5 W 4.0% 3.5 TWh
Macedonia del Norte 57.1 W 1.6% 0.1 TWh
Alemania 43.7 W 0.7% 3.7 TWh
Dinamarca 43.4 W 0.7% 0.3 TWh
Polonia 42.1 W 0.9% 1.6 TWh
Rumanía 35.7 W 1.2% 0.7 TWh
Francia 31.6 W 0.4% 2.1 TWh
Chile 31.1 W 0.7% 0.6 TWh
UE 28.5 W 0.5% 12.8 TWh
Italia 28.2 W 0.5% 1.7 TWh
Indonesia 23.4 W 1.9% 6.6 TWh
Nueva Zelanda 19.0 W 0.2% 0.1 TWh
Ucrania 12.8 W 0.5% 0.5 TWh
Islandia 7.6 W 0.0% 0.0 TWh
España 5.9 W 0.1% 0.3 TWh
Finlandia 3.4 W 0.0% 0.0 TWh
Hungría 2.8 W 0.1% 0.0 TWh
Chequia 1.3 W 0.0% 0.0 TWh
Emiratos Árabes Unidos 0.3 W 0.0% 0.0 TWh
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