En 2023, el estado de la generación eléctrica en la República de China (Taiwán) muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, que representan más de cuatro quintas partes del total, con el carbón y el gas natural siendo las mayores fuentes al contribuir con más de 42% y casi 40% respectivamente. En el lado positivo, las fuentes de electricidad baja en carbono constituyen casi el 17% de la generación eléctrica. La energía nuclear proporciona algo más del 6%, seguida de la energía solar con cerca del 5%, la hidroeléctrica con casi el 2.5%, y la energía eólica representando poco más del 2%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, la República de China (Taiwán) puede aprender de países y regiones que han logrado una alta penetración de fuentes limpias. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, obtienen más del 60% de su electricidad de la energía nuclear, lo que demuestra el potencial de la energía nuclear para reducir las emisiones de carbono. De manera similar, Dinamarca genera más de la mitad de su electricidad a partir de la energía eólica, y Uruguay obtiene un 35% de su electricidad de fuentes eólicas. Tomando en cuenta estos ejemplos, Taiwán podría considerar la expansión de su capacidad nuclear y la instalación de más parques eólicos y solares.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Taiwán ha tenido altibajos significativos. En los años 80, hubo incrementos importantes en la energía nuclear, destacándose en 1983 y 1987, con aumentos de más de 6 TWh anuales. Sin embargo, desde la década de 2000, la capacidad nuclear ha tenido varios descensos notables, especialmente en los años 2015, 2016 y 2017, con una disminución combinada de más de 19 TWh. Más recientemente, en 2023, se observó una disminución adicional de 6 TWh, mientras que la energía solar y eólica tuvieron incrementos de 2.7 TWh cada una en 2022 y 2023 respectivamente. Este patrón sugiere un margen significativo para la mejora y estabilidad en la generación baja en carbono que podría venir de una expansión sostenida en energía nuclear y renovables.