En República de China (Taiwán), el estado actual del consumo de electricidad muestra que una gran mayoría de su electricidad proviene de combustibles fósiles, representando más del 84% del total. Dentro de esta categoría, el gas y el carbón representan la mayor parte, con prácticamente la mitad del suministro eléctrico proveniente del gas y más de un tercio del carbón. Por otro lado, la electricidad baja en carbono todavía constituye una porción limitada, alrededor del 16%. Dentro de esta categoría, la energía solar y la eólica representan una parte modesta pero creciente, contribuyendo juntas aproximadamente al 10%. La energía hidroeléctrica y nuclear aportan cantidades menores, con casi un 3% y cerca de un 2%, respectivamente. Claramente, existe una oportunidad significativa para que la República de China (Taiwán) mejore su mix energético mediante la expansión de las fuentes de electricidad limpias.
¿Está creciendo la electricidad en República de China (Taiwán)?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en República de China (Taiwán), los datos recientes muestran una ligera disminución. El consumo total de electricidad por persona ha bajado a 12,398 kWh en 2025, comparado con el récord de 12,443 kWh en 2024, reflejando una leve caída. La generación eléctrica de fuentes bajas en carbono también ha disminuido desde su pico en 2013 de 2,378 kWh por persona a 1,956 kWh por persona en 2025, lo que indica una preocupante reducción en el uso de tecnologías limpias. Esto revela la necesidad urgente de revertir esta tendencia para asegurar un futuro sostenible y satisfacer la creciente demanda energética a medida que otras áreas, como la inteligencia artificial, siguen avanzando.
Sugerencias
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, la República de China (Taiwán) puede aprender de las experiencias de otros países y regiones exitosas. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia obtienen la mayoría de su electricidad de fuentes nucleares, mientras que Iowa y Dakota del Sur dependen fuertemente de la energía eólica. Esto sugiere que un enfoque en aumentar la capacidad nuclear y solar podría ser particularmente beneficioso. Dado el perfil similar de densidad poblacional y nivel de desarrollo, Corea del Sur podría servir como referencia, dada su considerable inversión en energía nuclear. Asimismo, la expansión de la energía solar, como lo han hecho Grecia y California, debería ser una prioridad dada su potencial de crecimiento rápido y sostenible.
Historia
En la historia de la generación eléctrica baja en carbono en República de China (Taiwán), vimos un notable impulso del sector nuclear en las décadas de 1980 y 1990, con incrementos significativos hasta 1990. Sin embargo, desde 2001, ha habido una serie de declives alarmantes, especialmente a partir de 2015. Entre 2015 y 2025, se ha mostrado una tendencia predominantemente a la baja con disminuciones consecutivas. Más recientemente, en 2024, la energía eólica mostró un avance positivo significativo, estableciendo un camino prometedor que merece ser ampliado. Este patrón histórico subraya la necesidad de una política energética más estable y comprometida hacia la expansión de la capacidad baja en carbono, especialmente en nuclear y solar, para asegurar un suministro eléctrico robusto y sostenible a largo plazo.
Electrificación
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