En la actualidad, el consumo de electricidad en la República de China (Taiwán) está dominado por los combustibles fósiles, que constituyen más del 82% del total. El gas y el carbón representan casi partes iguales, con aproximadamente 41% cada uno. En contraste, la electricidad baja en carbono, que incluye la nuclear, solar, eólica e hidroeléctrica, apenas llega al 17.5%. La nuclear representa el 5.9%, la solar el 4.9%, la eólica el 2.8% y la hidroeléctrica el 2.6%. También hay una pequeña contribución de petróleo con 1.4% y un 1.2% de energías renovables sin especificar. Este periodo de datos abarca desde agosto de 2023 hasta julio de 2024, un total de 12 meses.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Taiwán podría aprender de varios países que han tenido éxito con diversas fuentes de energía limpia. Francia, por ejemplo, genera un impresionante 67% de su electricidad mediante energía nuclear, y otros países como Eslovaquia y Ucrania también dependen fuertemente de esta fuente, con 60% y 55% respectivamente. En términos de energía eólica, Taiwán podría seguir el ejemplo de Dinamarca, que genera el 61% de su electricidad a partir del viento, o de Uruguay con un 36%. Adoptar y ampliar estas tecnologías ayudaría a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, con beneficios significativos para el medio ambiente en términos de reducción de emisiones y contaminación.
La historia de la electricidad baja en carbono en Taiwán muestra una evolución interesante. En la década de 1980 y principios de los 90, hubo un crecimiento constante en la generación nuclear, con incrementos significativos en años como 1983, 1984 y 1987. Sin embargo, este crecimiento se vio interrumpido en 2001 con una disminución de 3 TWh. En los años 2010, vimos fluctuaciones notables con caídas significativas en 2015, 2016 y 2017, pero con recuperaciones en 2018 y 2019. Durante los últimos años, la generación nuclear ha disminuido nuevamente, observando notables reducciones en 2021, 2022 y 2023. Mientras tanto, las energías solar y eólica han mostrado tendencia alcista, con aumentos destacados en 2022 y 2023, respectivamente. Esta transformación hacia energías más limpias y sostenibles es crucial para el futuro energético de Taiwán.