En el período comprendido entre julio de 2023 y junio de 2024, el consumo de electricidad en Ecuador ha mostrado una fuerte dependencia de fuentes de baja emisión de carbono, lideradas principalmente por la energía hidroeléctrica. Más de dos tercios de la electricidad generada proviene de estas fuentes limpias, con la energía hidroeléctrica representando aproximadamente el 69% del total. A pesar de este impresionante uso de electricidad de baja emisión de carbono, alrededor del 27% de la electricidad todavía se genera a partir de combustibles fósiles, lo que implica desafíos continuos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero y contaminación del aire. Mientras tanto, las importaciones netas cubren cerca del 3% del consumo eléctrico del país, con un componente marginal de biocombustibles y gas completando el panorama.
Ecuador tiene la oportunidad de aumentar su generación de electricidad baja en carbono mirando ejemplos exitosos de otros países. Un país vecino como Uruguay ha logrado generar el 36% de su electricidad a partir de energía eólica. Esta es una lección valiosa, sugiriendo que Ecuador podría incrementar su inversión en energía eólica, uno de los pilares más limpios de la generación de electricidad. Además, aunque no tiene actualmente una capacidad nuclear establecida, Ecuador podría considerar la adopción de tecnología nuclear, inspirándose en países como Francia y Ucrania, donde una cantidad significativa de electricidad se genera de esta manera. Aprovechar tecnologías limpias y sostenibles como la energía nuclear y la eólica permitiría a Ecuador reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un sistema eléctrico más verde y sostenible.
La historia de la electricidad baja en carbono en Ecuador ha estado principalmente dominada por el desarrollo de la energía hidroeléctrica. En la década de 1980, Ecuador vio incrementos modestos pero constantes en la generación hidroeléctrica, con algunos saltos notables como en 1984. Sin embargo, la década de 1990 presentó un desafío cuando en 1995 se observó una disminución considerable de 1.4 TWh. Un periodo notable de desarrollo ocurrió entre 2007 y 2017, donde grandes proyectos hidroeléctricos aumentaron significativamente la capacidad de generación, con incrementos masivos observados en 2017 y 2019. Aunque hubo fluctuaciones menores en años recientes, continuaron los esfuerzos para mantener una alta participación de electricidad limpia en el mix energético de Ecuador. En 2023/2024 se reporta una ligera disminución, lo que destaca la necesidad de diversificación hacia otras fuentes bajas en carbono como la energía eólica y nuclear para asegurar la sostenibilidad futura.