En el año 2024, Ecuador sigue teniendo una inclinación marcadamente baja en carbono en su mezcla de electricidad, con más de dos tercios de su electricidad proveniente de fuentes limpias. De los distintos tipos de energía baja en carbono, la energía hidroeléctrica es la más destacada, representando casi el 70% de la producción eléctrica del país, lo que subraya la dependencia del país de sus abundantes recursos hídricos. Por otro lado, los combustibles fósiles aún contribuyen cerca de un tercio de la generación eléctrica, siendo el gas y los biocombustibles las fuentes más relevantes dentro de este grupo. Este panorama refleja un compromiso significativo hacia la producción de energía más limpia, aunque todavía queda margen para disminuir aún más la dependencia de las fuentes basadas en combustibles fósiles.
¿Está creciendo la electricidad en Ecuador?
En cuanto al crecimiento del consumo eléctrico en Ecuador, los datos más recientes indican una preocupante caída. En 2024, el consumo total de electricidad es de 1834 kWh por persona, lo que representa una disminución de 80 kWh en comparación con el récord anterior de 2023. En particular, la generación de electricidad baja en carbono ha disminuido en 171 kWh por persona desde el pico registrado en 2021. Este retroceso es inquietante, dado que satisfacer la creciente demanda de electricidad y avanzar hacia una economía más limpia requiere no solo mantener sino también potenciar el uso de energía baja en carbono.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Ecuador podría inspirarse en prácticas exitosas de otras regiones. La expansión de la energía solar y eólica es un área con mucho potencial. Países como Grecia y Chile han demostrado el éxito de integrar más energía solar, mientras que regiones como Dakota del Sur han destacado por su capacidad eólica. Además, la adopción de energía nuclear, como se ha visto en países como Francia, podría ser ventajosa. La energía nuclear ofrece una fuente confiable y continua de electricidad sin emisiones directas de carbono, complementando el potencial intermitente de la solar y la eólica. Avanzar en estos frentes fortalecería el compromiso del Ecuador con la electricidad limpia y sostenible.
Historia
Desde la década de 1980, la historia de la electricidad baja en carbono en Ecuador ha experimentado altibajos significativos, especialmente en relación con la energía hidroeléctrica. En los años ochenta y principios de los noventa, el país vio incrementos modestos en generación hidroeléctrica. Sin embargo, se produjeron fluctuaciones notables, como la disminución de 1.4 TWh en 1995 y otra reducción de 2.1 TWh en 2009. Una expansión sustancial se produjo entre 2015 y 2019, con un incremento impresionante de 4.2 TWh tanto en 2017 como en 2019. Estos años subrayan la capacidad de Ecuador para capitalizar su riqueza hídrica. Aunque más recientemente, en 2024, se registró una notable caída de 2.7 TWh, lo que resalta la necesidad de diversificar las fuentes de energía baja en carbono más allá de la hidroeléctrica para garantizar la estabilidad a largo plazo.
Electrificación
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