En Brasil, el consumo de electricidad en 2023 se caracteriza por ser mayormente de origen bajo en carbono, con más de dos tercios de su electricidad provenientes de estas fuentes. La energía hidroeléctrica lidera con 431 TWh, seguida por la energía eólica con 96 TWh y la solar con 52 TWh. El uso de combustibles fósiles es relativamente bajo comparado con la media mundial, con solamente 66 TWh, donde el gas aporta 41 TWh y el carbón cerca de 15 TWh. En total, Brasil tiene un consumo que supera el promedio mundial de 432 watts por persona. Sin embargo, los niveles de generación de electricidad relativamente bajos pueden limitar el desarrollo industrial, la calidad de vida y el crecimiento económico del país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Brasil podría ampliar significativamente su capacidad de energía eólica, dado su actual éxito en este sector. Aprender de países con grandes avances en energías bajas en carbono puede ser beneficioso. Por ejemplo, China ha alcanzado 886 TWh en producción eólica y 584 TWh en solar, lo que muestra el potencial de expansión. Asimismo, el éxito de Estados Unidos en generar 425 TWh de energía eólica y 238 TWh de solar puede servir de modelo. Al observar estas naciones, Brasil puede implementar políticas efectivas y promover inversiones en infraestructuras renovables, especialmente en áreas con abundante recurso eólico y solar.
La historia de la electricidad baja en carbono en Brasil muestra un desarrollo notable en las últimas décadas. Desde finales de los años 70s hasta principios de los 80s, la energía hidroeléctrica creció rápidamente, con incrementos anuales significativos como los 13.8 TWh en 1979 y los 16.6 TWh en 1984. Sin embargo, la nación también ha experimentado importantes caídas, como los 36.5 TWh en 2001 y los 33.6 TWh en 2021. A pesar de estos altibajos, el país ha mantenido un crecimiento constante en los últimos años en energía eólica y solar, aumentando 15.2 TWh y 21.6 TWh respectivamente en años recientes. Estas cifras reflejan el compromiso de Brasil con el desarrollo de energías limpias y su potencial para seguir mejorando en este sector clave.