En el año 2023, más de la mitad, específicamente el 61.4%, de la electricidad consumida en Alemania proviene de fuentes de energía baja en carbono. Las fuentes de energía eólica y solar representaron cerca de un tercio y poco más de una décima parte respectivamente de la generación total de electricidad. Por otra parte, el 36.23% de la electricidad fue derivada de combustibles fósiles, siendo el carbón el más común con casi un cuarto del total, seguido del gas con algo más de una décima parte. La energía nuclear se utilizó en menor medida, aportando solamente el 1.43% de la electricidad consumida en el país. Los biocombustibles, la energía hidroeléctrica y las importaciones netas completaron el cuadro energético.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Alemania podría expandir sus capacidades de generación de energía eólica y solar, que ya representan una parte significativa de su mix energético. Adicionalmente, Alemania podría explorar la posibilidad de expandir su capacidad nuclear, siguiendo el ejemplo de Francia, donde la energía nuclear representa el 66% de la electricidad generada, de Eslovaquia con el 61%, de Ucrania con el 58%, de Suiza con el 50% y de Finlandia con el 42%. Estos países han demostrado que puede haber una fuerte dependencia de la energía nuclear como fuente de electricidad baja en carbono.
Desde finales de los años 70 hasta principios de los 90, hubo un aumento constante en la generación de electricidad nuclear en Alemania. Sin embargo, durante los últimos años del siglo XXI, la generación de electricidad nuclear comenzó a declinar significativamente, con disminuciones notables en 2007, 2009, 2011 y 2022. Por otro lado, desde 2011 se ha observado un incremento considerable en la generación de energía eólica, con un aumento adicional en 2015, 2017 y 2023. En 2023, también se experimentó un aumento significativo en la generación de energía hidroeléctrica. Estos cambios subrayan la transición en curso de Alemania hacia fuentes de energía más limpias y sustentables.