En 2022, más de la mitad de la electricidad en Corea del Sur proviene de combustibles fósiles, con casi un tercio generado por carbón y poco más de un cuarto por gas. Mientras tanto, las energías de bajo carbono representan alrededor del 37%. Aquí, la energía nuclear juega un papel importante, generando casi el 28% del suministro eléctrico del país. La energía solar contribuye con un pequeño 4.8%, y los biocombustibles representan poco más del 3%.
Existen varias estrategias que Corea del Sur podría implementar para ampliar su generación de electricidad de bajo carbono. Una opción sería expandir sus ya considerable capacidad nuclear. Tomando como ejemplo a Francia, que ha logrado producir hasta un 66% de su electricidad a través de la energía nuclear, es obvio que este camino puede llevar a una significativa reducción en la dependencia de los combustibles fósiles. Junto con la expansión nuclear, Corea del Sur también puede mirar hacia otros países exitosos como Dinamarca y Uruguay, que han podido generar respectivamente 59% y 41% de su electricidad a través de la energía eólica.
El histórico de la electricidad de bajo carbono en Corea del Sur muestra una clara tendencia hacia el crecimiento del sector nuclear. Desde el aumento inicial en la producción de energía nuclear en 1986, se ha observado un aumento constante a lo largo de las décadas, con un incremento sustancial en la producción entre 1998 y 1999 y otro pico importante en 2014. Sin embargo, durante 2017 y 2018, hubo una caída notable en la producción de energía nuclear, una disminución que se encuentra en marcado contraste con los aumentos constantes de años anteriores. Después de este contratiempo, la producción de energía nuclear en Corea del Sur volvió a aumentar en 2019 y ha mantenido un crecimiento constante desde entonces. Esta fuerte recuperación subraya la importancia de la energía nuclear en la matriz energética de bajo carbono del país. Al mismo tiempo, las energías eólica y solar, a pesar de representar un porcentaje menor, también han visto aumentos en su producción, sugiriendo un futuro prometedor para la generación de electricidad de bajo carbono en Corea del Sur.