En África subsahariana, el consumo de electricidad en 2022 muestra una clara dependencia de los combustibles fósiles y las fuentes de energía de baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad proviene de combustibles fósiles, con el carbón dominando con un 40% y el gas representando aproximadamente un 14%. En contraste, las fuentes de energía limpias que contribuyen a la generación eléctrica incluyen mayormente la energía hidroeléctrica con casi un 29%, seguida de la energía eólica y la solar con alrededor del 5% combinadas. La energía nuclear tiene una participación significativa en esta región, representando cerca del 2%, mientras que las contribuciones de la geotérmica y los biocombustibles son mínimas, sumando alrededor de un 2%.
¿Está creciendo la electricidad en África subsahariana?
Lamentablemente, el crecimiento de la electricidad en África subsahariana no ha experimentado avances en la última década. Tanto en 2012 como en 2022, el consumo total de electricidad y la generación de electricidad de baja en carbono per cápita se mantuvieron en 0 kWh/persona, indicando ninguna mejora en la disponibilidad o el uso de electricidad en la región durante este periodo. Este estancamiento es motivo de preocupación, especialmente en un momento donde la necesidad de una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es crucial para enfrentar el cambio climático y asegurar un desarrollo económico sostenible.
Sugerencias
África subsahariana puede mirar hacia regiones exitosas para transformar su matriz energética, incorporando un enfoque sólido en la expansión de energía solar y nuclear. Francia, por ejemplo, genera el 68% de su electricidad a través de la energía nuclear. Del mismo modo, Iowa y Dinamarca son ejemplos notables de cómo la energía eólica puede ser aprovechada de manera eficiente, impulsando más del 50% de su generación total. En este contexto, África subsahariana tiene el potencial de ampliar significativamente su capacidad solar, siguiendo el ejemplo de Marruecos y Chile, que generan más del 20% de su electricidad a partir de esta fuente. Además de aprovechar el abundante recurso solar de la región, la implementación de plantas nucleares puede garantizar un suministro eléctrico estable y bajo en emisiones, desplazando progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles.
Historia
En la última década, la generación de electricidad baja en carbono en África subsahariana ha mostrado altibajos. En el periodo de 2013 a 2015, la energía hidroeléctrica tuvo fluctuaciones con incrementos de 2.7 TWh en 2013 y de 6.8 TWh en 2014, aunque sufrió una disminución de 2.1 TWh en 2015. Asimismo, la energía eólica y solar comenzaron a contribuir de manera modesta al mix energético, con aumentos de 2.4 TWh y 1.8 TWh respectivamente en 2015. Por otro lado, es preocupante observar un declive en la generación nuclear en 2018 y 2020, lo que subraya la necesidad de refinar e intensificar políticas energéticas que promuevan estas tecnologías limpias en el futuro. A pesar de las fluctuaciones, el aumento general en la capacidad hidroeléctrica y la continua inclusión de eólica y solar son señales positivas de un progreso potencial hacia un futuro energético más sostenible.