En 2022, el consumo de electricidad en Congo - Kinshasa se compone principalmente de fuentes de energía baja en carbono, en su mayoría energía hidroeléctrica, generando alrededor de 11 TWh, cerca de uno de importaciones netas. Sumados, apenas superan los 12 TWh. Este nivel de generación es significativamente bajo en comparación con el promedio global de consumo eléctrico, que es de 3638 watts por persona. Al contar con uno de los niveles de generación por persona más bajos del mundo, Congo - Kinshasa enfrenta importantes desafíos, como el acceso limitado a energía eléctrica para la mayoría de su población, lo que repercute negativamente en el desarrollo social y económico, y frena el progreso en sectores críticos como la educación, la salud y la industria.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Congo - Kinshasa puede observar a países que han desarrollado con éxito sus capacidades en energía eólica y solar. Por ejemplo, Brasil ha incrementado su generación a 102 TWh de energía eólica y 67 TWh de energía solar. Las condiciones geográficas y climáticas de Congo - Kinshasa son favorables para el desarrollo eólico y solar, lo que ofrece una vía prometedora para diversificar sus fuentes de generación eléctrica de forma sostenible. Implementar políticas que faciliten la inversión en estos sectores y aprender de la experiencia de naciones como India y Brasil podría ser clave para el país.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Congo - Kinshasa ha estado dominada por la energía hidroeléctrica, que ha tenido fluctuaciones notables a través de las décadas. En el periodo de fines del siglo XX, se observó un crecimiento intermitente, con algunos años de descensos, como en 1991 y 1993, pero con incrementos en años como 1995 y 1999. En las últimas dos décadas, la tendencia ha sido de leve crecimiento, con picos notables en años como 2018 y 2020. Sin embargo, el nivel todavía no es suficiente para satisfacer la demanda nacional ni para competir en el escenario internacional, lo que subraya la importancia de explorar y expandir otras formas de generación baja en carbono para lograr un suministro de electricidad más fiable y resiliente.