En Colombia, el consumo de electricidad en el período de agosto 2023 a julio 2024 se ha caracterizado por una predominancia de la energía baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad, específicamente un 61.33%, provino de fuentes limpias, con la energía hidroeléctrica representando la mayor parte, un 56.53%. En contraste, los combustibles fósiles aportaron un 38.67% de la electricidad, distribuidos principalmente entre gas (20.09%), carbón (14.84%) y petróleo (3.7%). Otras fuentes de energía limpia, como la solar (2.52%) y los biocombustibles (2.25%), aún representan una fracción menor del consumo total de electricidad en el país.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Colombia puede mirar hacia países que han tenido éxito en la implementación de energía nuclear y eólica. Por ejemplo, Francia obtiene un 67% de su electricidad a partir de la energía nuclear, mientras que Dinamarca genera un 61% de su electricidad mediante energía eólica. Uruguay y Chile, más parecidos a Colombia en términos de recursos naturales y situación geográfica, también destacan con un 36% y un 21% de generación eólica y solar respectivamente. Estos países han demostrado que la combinación de políticas favorables, inversiones en infraestructura y la promoción de tecnologías avanzadas puede llevar a una reducción significativa de la dependencia de combustibles fósiles y a una mayor adopción de fuentes de energía limpias.
La historia de la electricidad baja en carbono en Colombia muestra un patrón fluctuante especialmente en lo que respecta a la energía hidroeléctrica. En los últimos años del siglo XX y principios del siglo XXI, Colombia experimentó tanto aumentos significativos como caídas en la generación hidroeléctrica. Por ejemplo, en 1993 hubo un aumento notable de 5.6 TWh tras una caída significativa en 1992. En la última década, 2011 vio un aumento de 8.4 TWh y en 2017 un incremento aún mayor de 13 TWh, mientras que otros años como 2019 y 2020 registraron reducciones de 5.2 y 4.5 TWh respectivamente. Estos cambios reflejan las variaciones en los patrones de lluvia y otras condiciones climáticas. Los datos de 2021 muestran una recuperación importante con un aumento de 12.3 TWh, aunque en 2023 hubo una nueva disminución de 4.5 TWh. Esto sugiere la necesidad de diversificar el mix energético hacia fuentes más estables como la nuclear y la solar para asegurar una generación de electricidad más confiable y sustentable a largo plazo.