En el 2024, Colombia se destaca por un significativo consumo de electricidad baja en carbono, representando más de la mitad de su generación eléctrica. La energía hidroeléctrica es la mayor contribuyente a esta cifra, con un 58% de la generación, mientras que la solar y los biocombustibles aportan cifras mucho más pequeñas, con un modesto 3.7% y 2.6% respectivamente. En contraste, los combustibles fósiles aún constituyen una parte considerable del consumo eléctrico colombiano, casi alcanzando el 36%. Entre estos, el gas es el que más contribuye con un 19%, seguido del carbón con un 13%, y el petróleo agregando un poco más del 3%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono en Colombia, el país puede aprender de las experiencias exitosas de otras naciones. Por ejemplo, Francia, que genera un impresionante 68% de su electricidad a través de energía nuclear, demuestra cómo inversiones en energía nuclear pueden jugar un papel crítico. Además, además, Colombia podría considerar el modelo uruguayo, que utiliza la energía eólica para generar casi un tercio de su electricidad. Ambos enfoques podrían disminuir la dependencia de Colombia de los combustibles fósiles, reduciendo sus emisiones y al mismo tiempo asegurando un suministro eléctrico estable y sostenible.
La historia de la electricidad baja en carbono en Colombia ha estado marcada por fluctuaciones en la generación hidroeléctrica a lo largo de los años. A finales de los años ochenta y en los primeros años de la década de los noventa, la energía hidroeléctrica mostró tanto incrementos significativos como caídas, con los picos en 1986 y 1994 y disminuciones en 1992 y 1997. Sin embargo, entre 2011 y 2021, Colombia vivió algunos años de importante crecimiento hidroeléctrico, como en 2011 y 2017, pero también enfrentó años de disminución, como en 2014 y 2019. En 2024, la generación hidroeléctrica volvió a reducirse en 5.3 TWh, lo que subraya una vez más la necesidad de complementar la hidroeléctrica con otras fuentes bajas en carbono como la nuclear, la solar y la eólica para estabilizar y diversificar el suministro eléctrico de manera sostenible.