Noruega ha logrado un impresionante avance en el sector eléctrico, obteniendo más del 99% de su electricidad de fuentes bajas en carbono. Esto es un logro significativo en la transición hacia un futuro energético limpio. Durante el período de septiembre de 2024 a agosto de 2025, la energía hidroeléctrica ha sido la columna vertebral de este suministro, proporcionando alrededor del 90% de la electricidad total, mientras que la energía eólica contribuye con algo más del 8%. Las fuentes fósiles, por otro lado, representan prácticamente nada en el mix energético del país. A pesar de este éxito, Noruega se enfrenta al desafío de electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, que requerirán una expansión aún mayor de producción eléctrica.
¿Está creciendo la electricidad en Noruega?
El análisis de consumo de electricidad nos indica que Noruega no ha visto un crecimiento reciente en su consumo de electricidad per cápita; de hecho, ha disminuido desde el récord de 2000. En 2025, el consumo de electricidad se sitúa en aproximadamente 28,500 kWh por persona, una reducción de más de 3,000 kWh en comparación con el año récord. De manera similar, la generación de electricidad baja en carbono por persona también ha disminuido en una cantidad similar desde su pico en 2000. Estos datos revelan una disminución lamentable en el uso y producción de electricidad, un aspecto preocupante si consideramos las necesidades de una futura electrificación más amplia.
Sugerencias
Para superar estos retos y apoyar un futuro energético limpio, Noruega debería considerar acciones decisivas para aumentar la generación de electricidad baja en carbono. Fomentar la inversión en energía solar y nuclear es crucial; estas fuentes no solo complementan el ya fuerte dominio hidroeléctrico de Noruega, sino que también aseguran un suministro estable y continuo que no depende de las condiciones climáticas variables. También es importante continuar mejorando la eficiencia energética y explorando nuevas tecnologías para maximizar el potencial de crecimiento en la capacidad baja en carbono. Este enfoque no solo ayudaría a satisfacer la demanda creciente, sino que también proporcionaría un ejemplo sólido para el mundo en la lucha contra los impactos negativos de los combustibles fósiles.
Historia
Mirando hacia atrás en la historia de la electricidad baja en carbono de Noruega, se observa un patrón de expansión y ajustes fluctuantes principalmente en energía hidroeléctrica. En la década de 1980, se vieron incrementos significativos en 1981 y 1983, con 9 y 13 TWh respectivamente. En los años 90, hubo un aumento modesto en 1989 y 1995, pero también una caída notable en 1996 y 1991. Los años 2000 comenzaron con aumentos significativos en 2000, 2005 y 2012, pero también se caracterizaron por descensos en varios años como 2001, 2003, y 2006. Estas fluctuaciones indican la necesidad de diversificar las fuentes energéticas para asegurar una estabilidad y crecimiento continuos. Con una visión sólida hacia el futuro, se deberían aprovechar todas las oportunidades para expandir la generación nuclear y solar, fortaleciendo así la resiliencia del sistema energético de Noruega.
Electrificación
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