Actualmente, Canadá obtiene más del 80% de su electricidad de fuentes bajas en carbono, lo cual es un logro significativo en su esfuerzo por reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Más de la mitad de esta electricidad baja en carbono proviene de energía hidroeléctrica, con un 57%. La energía nuclear también contribuye de manera importante, representando casi un 14%. Otras fuentes de electricidad baja en carbono incluyen la energía eólica con un 7%, biocombustibles con un 1.5%, y solar con un 1.5%. En contraste, los combustibles fósiles, que incluyen gas y carbón, representan aproximadamente un 19% del mix eléctrico. Estos números son un reflejo de los últimos 12 meses, desde julio de 2023 hasta junio de 2024.
Para seguir aumentando la generación de electricidad baja en carbono, Canadá podría centrarse en la expansión de sus plantas nucleares existentes. La energía nuclear ya genera una cantidad significativa de electricidad en el país y tiene el potencial de suministrar aún más debido a su base confiable y constante. Adicionalmente, invertir en la ampliación de capacidades eólicas y solares también sería una estrategia viable. Estas tecnologías no solo son limpias sino que se están volviendo cada vez más competitivas en términos de costo, lo que las convierte en opciones atractivas y sostenibles a largo plazo.
A lo largo de la historia reciente, Canadá ha experimentado varias fluctuaciones en su generación de electricidad baja en carbono. En los años 80, la energía hidroeléctrica creció consistentemente con incrementos significativos en 1978, 1981 y 1984. Sin embargo, en 1989 y 1998, se observaron importantes caídas en su producción. A principios de la década de 1990, la energía nuclear vio un notable aumento en 1993 y 1994, y nuevamente en 2004. Aunque en años recientes, la producción hidroeléctrica ha vuelto a caer, específicamente en 2023 y 2024 con reducciones significativas. A pesar de estos altibajos, el enfoque en la energía limpia ha permitido a Canadá mantener un proceso continuo de mejora y adaptación hacia un futuro más sustentable.