En cuanto a la generación de electricidad en Japón para el año 2023, los combustibles fósiles representan poco más de dos tercios del total, con el gas y el carbón como principales fuentes. Al mismo tiempo, la electricidad baja en carbono constituye alrededor de un tercio de la generación eléctrica del país. En este segmento, la energía solar lleva la delantera con un poco más de un décimo de la generación total, seguida de cerca por la energía hidroeléctrica y la energía nuclear. Los biocombustibles y la energía eólica representan una parte significativamente más pequeña de la generación eléctrica.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Japón podría buscar expandir sus tecnologías ya establecidas, particularmente la energía solar. Países con perfiles similares brindan valiosos ejemplos a considerar. Francia, por ejemplo, obtiene dos terceras partes de su electricidad de fuentes nucleares, mientras que en Finlandia, la energía nuclear representa un poco menos de la mitad de la generación total. Además, los países nórdicos, como Dinamarca y Alemania, han tenido éxito al incorporar la energía eólica a sus matrices energéticas, con alrededor del 60% y 30% de su electricidad proviniendo de esta fuente, respectivamente.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Japón, desde finales de los años 70 hasta mediados de los años 80, se observó una tendencia gradual de crecimiento en la generación de energía nuclear. No obstante, la energía nuclear afrontó desafíos significativos en la primera década del siglo XXI, con un marcado descenso en 2003 y 2007. El evento más dramático ocurrió en 2011, cuando se produjo una disminución crítica en la generación de energía nuclear. Sin embargo, en la última década, se ha visto un impulso renovado en esta forma de generación de energía, con incrementos notables en 2018 y 2023.