En la Unión Europea (UE) en el año 2025, la generación de electricidad proviene mayormente de fuentes bajas en carbono, con más del 70% de la electricidad producida a partir de estas fuentes. La energía nuclear representa casi una cuarta parte de esta producción, mientras que la energía eólica contribuye con alrededor del 17% y la solar con algo más del 13%. La energía hidroeléctrica también tiene una participación significativa, con casi el 13%. Por otro lado, los combustibles fósiles constituyen un poco más del 28% de la generación eléctrica, con el gas superando el 16% y el carbón aportando alrededor del 10%. El petróleo y los biocombustibles tienen una participación minoritaria en el suministro de electricidad de la región.
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¿Está creciendo la electricidad en UE?
A pesar de que la generación de electricidad baja en carbono está en aumento, el consumo total de electricidad per cápita en la UE ha disminuido desde el máximo registrado en 2008. En 2025, el consumo per cápita es de 5922 kWh, lo que representa una disminución de casi 950 kWh por persona desde el récord del 2008. Sin embargo, es alentador observar que la electricidad baja en carbono ha alcanzado un nuevo récord per capita, habiendo aumentado en más de 70 kWh respecto al año anterior. Esta mejora indica un compromiso creciente hacia la disminución de las emisiones de carbono, aunque destaca la necesidad de acelerar el crecimiento del consumo total mediante fuentes limpias para enfrentar la creciente electrificación y el avance de la inteligencia artificial.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, la UE podría expandir significativamente sus capacidades nuclear, eólica y solar. Aprendiendo de países como Francia o Eslovaquia, que generan un gran porcentaje de su electricidad a partir de energía nuclear, la UE puede robustecer su red con plantas nucleares adicionales. Además, al observar a Dinamarca, Irlanda y partes de los EE.UU. como Iowa y Dakota del Sur que han alcanzado altos niveles de generación eólica, la UE podría incrementar sus inversiones en infraestructura eólica y solar, como lo han hecho con éxito Nevada y Líbano en generación solar. Estos modelos exitosos de generación baja en carbono podrían servir como inspiración para la UE al buscar un sistema eléctrico más limpio y sostenible.
Historia
En el pasado, la UE experimentó significativos aumentos en la producción eléctrica nuclear, especialmente en los años 80, con un crecimiento notable en 1981 y entre 1984 y 1985. Sin embargo, a partir de inicios del siglo XXI, la generación nuclear comenzó a disminuir, lo que es motivo de preocupación, especialmente dada la capacidad de esta fuente para producir electricidad limpia a gran escala. A pesar de los desafíos, se han hecho avances recientes en energía eólica y solar, como se vio en 2023 y 2025 respectivamente. La reciente declinación en la producción hidroeléctrica subraya la necesidad de diversificar y aumentar las fuentes de energía limpia para asegurar un futuro energético sostenible.