En el periodo comprendido entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, España ha logrado un notable avance en el campo de la generación de electricidad baja en carbono, alcanzando un impresionante 83.86% de su electricidad de fuentes limpias. Este logro refleja cómo más de la mitad de la electricidad en el país proviene de tecnologías sostenibles como la energía eólica, nuclear, hidroeléctrica y solar. En detalle, la energía eólica contribuye con aproximadamente el 24%, la nuclear con un 20%, la hidroeléctrica también cerca de un 20%, y la solar un 18%. Así, los combustibles fósiles, que incluyen el gas, biocombustibles y carbón, representan solo un 16% de la electricidad generada, lo que resalta el compromiso de España con la transición energética limpia. El siguiente gran desafío para el país será electrificar sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que demandará un incremento significativo en la producción de electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, España podría centrarse en expandir las capacidades de sus tecnologías nucleares, eólicas y solares existentes. Aprovechando la infraestructura actual, se pueden añadir más unidades nucleares para proporcionar una base sólida de generación constante. Del mismo modo, incrementar el número de parques eólicos y solares permitirá capturar la abundante energía del viento y del sol en las diversas regiones del país. Estas expansiones no solo permitirían un suministro eléctrico estable y sostenible, sino que también ayudarían a reducir aún más las emisiones de carbono, desempeñando un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.
A lo largo de la historia, España ha experimentado diversos cambios en la generación de electricidad baja en carbono. Durante los años 80, se observaron altibajos significativos en la energía hidroeléctrica, con un declive notorio de 16.8 TWh en 1980, y nuevamente, en 1989 y 2002, con descensos de 15.9 TWh y 17.6 TWh respectivamente. Sin embargo, cada década también ha visto repuntes, como en 1996, 2010, y 2018, donde la energía hidroeléctrica aumentó en más de 15 TWh en cada uno de esos años. El avance de la energía solar es más reciente, destacándose un incremento de más de 11 TWh en 2023, un año crucial para la transición energética del país. Estos datos subrayan el crecimiento y la adaptación de España hacia fuentes de electricidad más limpias y fiables, impulsadas principalmente por la expansión de la energía eólica, solar y nuclear.