En la República Popular China, la estructura de consumo de electricidad en el año 2024 todavía está dominada por fuentes de combustibles fósiles, con casi dos tercios del total provenientes de estos, sobresaliendo el carbón con más de la mitad de la generación eléctrica. Sin embargo, las fuentes de energía baja en carbono representan un poco más de un tercio del consumo total, lo que muestra un compromiso creciente hacia alternativas más limpias. El desglose específico de bajas en carbono incluye un notable 13% de energía hidroeléctrica, seguida por cerca de un 10% de energía eólica, un 8% de solar y un 4% de nuclear. Estas cifras son alentadoras, pero para lograr un impacto positivo en el cambio climático y la calidad del aire, se necesita un incremento más sostenido en estas fuentes de energía limpia.
¿Está creciendo la electricidad en República Popular China?
El crecimiento en el consumo de electricidad en la República Popular China es notable. En 2024, el consumo de electricidad alcanzó 7083 kWh por persona, superando en 436 kWh la cifra récord del año anterior en 2023. Esto representa un impulso significativo hacia un futuro más electrificado que probablemente se mantenga como tendencia en los próximos años. Además, la generación de electricidad baja en carbono también vio un incremento impresionante, aumentando en 356 kWh por persona con respecto al año pasado y estableciendo una nueva cota de 2696 kWh por persona. Este progreso demuestra que el país está avanzando hacia un ciclo más limpio de generación eléctrica, aunque aún está por detrás de las necesidades urgentes para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Sugerencias
Para continuar y acelerar este progreso, China podría beneficiarse significativamente de las experiencias de otros países que han logrado una alta cobertura de energía baja en carbono. Por ejemplo, Francia genera casi el 70% de su electricidad a partir de energía nuclear, lo que representa un modelo a seguir en términos de implementación de energía limpia a gran escala. Asimismo, Dinamarca, que obtiene más de la mitad de su electricidad de energía eólica, ilustra cómo maximizar la producción de energía baja en carbono usando recursos naturales abundantes. China, con sus vastos recursos naturales y técnicos, puede aplicar estas lecciones para expandir su capacidad nuclear y solar, capitalizando la mezcla de innovación tecnológica y políticas de apoyo para liderar la transición hacia un futuro más sostenible.
Historia
Históricamente, el impulso hacia la electricidad baja en carbono en China ha mostrado periodos notables de crecimiento, especialmente en la última década. En los años 2000, la energía hidroeléctrica experimentó incrementos significativos, con adiciones sustanciales en 2004, 2008 y 2010. Sin embargo, una caída negativa en 2023, con una disminución de más de 70 TWh, subraya la necesidad de diversificar la matriz baja en carbono. Por otro lado, el crecimiento de la energía eólica y solar ha sido impresionante en los últimos años, con aumentos destacados en 2021, 2022 y 2023, culminando en incrementos masivos de 250 TWh en solar y 105.7 TWh en eólica en 2024. Estos logros constituyen los cimientos para un futuro energético más verde y resiliente en la región.
Electrificación
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