Durante el período comprendido entre agosto de 2023 y julio de 2024, la República Popular China ha demostrado un marcado predominio en el consumo de electricidad proveniente de combustibles fósiles. Más de la mitad (62.12%) del suministro eléctrico del país proviene de fuentes fósiles, con el carbón siendo el principal protagonista al contribuir con un 59.1%. Por otro lado, la electricidad baja en carbono representa 37.88% del total. Dentro de este grupo destacan la energía hidroeléctrica (14.61%), seguida de la energía eólica (10.06%), la solar (6.91%) y la nuclear (4.36%). Comparativamente, la contribución del gas y los biocombustibles es mínima, con 2.85% y 1.94% respectivamente.
China puede aumentar la generación de electricidad baja en carbono con la expansión de la tecnología eólica, ya que es una fuente considerable dentro de su mix energético actual. Aprendiendo de países exitosos, China podría enfocarse en la energía nuclear, un aspecto en el cual varias naciones tienen una base sólida. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, generan más del 60% de su electricidad a partir de fuentes nucleares. Del mismo modo, Ucrania y Suiza también tienen una fuerte dependencia de esta energía baja en carbono, con el 55% y 44% respectivamente. Además, China podría aprender de países como Dinamarca, que obtiene el 61% de su electricidad de la energía eólica. Imitando estas estrategias, China podría reducir su dependencia de combustibles fósiles y contribuir significativamente a mitigar el cambio climático y la contaminación del aire.
La historia del desarrollo de la electricidad baja en carbono en China muestra un crecimiento significativo en diferentes momentos. Durante la primera década del siglo XXI, la energía hidroeléctrica experimentó grandes aumentos, especialmente en 2008 con 99.9 TWh y en 2010 con 106.5 TWh. En la última parte de la década de 2010, la energía eólica tomó protagonismo, aumentando en 58 TWh en 2017 y en 70.8 TWh en 2018. En años recientes, la solar y la eólica han mostrado incrementos notables, con 189.3 TWh y 156.9 TWh respectivamente en 2021 y 2023. A pesar de algunos descensos como la caída de 72.1 TWh en la energía hidroeléctrica en 2023, el impulso en la energía solar y eólica en 2023/2024 demuestra un compromiso creciente con las tecnologías bajas en carbono. Para mantener esta tendencia, una expansión continua en estas áreas es fundamental.