En el período comprendido entre agosto de 2023 y julio de 2024, el consumo de electricidad en la República Popular China ha mostrado una marcada dependencia de los combustibles fósiles, que representan poco más de tres quintas partes del total, con el carbón constituyendo la gran mayoría de este sector. La electricidad baja en carbono alcanza una cuota de casi el 38%, destacándose la energía hidroeléctrica como la principal fuente de energía limpia, seguida por la energía eólica, que proporciona poco más de un décimo de la electricidad. También aparecen con menos contribución la energía solar y la nuclear, cuyas participaciones son comparativamente menores. La energía eólica y solar juntas constituyen casi un quinto del total de fuentes bajas en carbono, mientras la cuota de gas y biocombustibles es notablemente baja.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, la República Popular China podría expandir su capacidad de energía eólica, dado que actualmente ya genera una cantidad significativa de electricidad a partir de esta fuente. Además, podría aprender de países como Dinamarca y Uruguay, que han logrado altas proporciones de generación eólica, siendo Dinamarca particularmente ejemplar con casi el 60% de su electricidad procedente del viento. Asimismo, China podría considerar el fortalecimiento de su sector nuclear, inspirándose en casos exitosos como Francia y Eslovaquia, donde las plantas nucleares proporcionan más de la mitad de la electricidad. Esto permitiría una reducción significativa de su dependencia de los combustibles fósiles y promovería un sistema eléctrico más sustentable.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en China ha visto un crecimiento notable, especialmente en las últimas dos décadas. Durante los años 2000, la energía hidroeléctrica dominó el paisaje, experimentando un crecimiento significativo, particularmente en 2012 y 2014. En los últimos años, la energía eólica ha mostrado notables incrementos, especialmente a partir de 2017 y más dramáticamente en 2021, cuando las cifras casi se triplicaron. La energía solar también ha tenido un crecimiento importante, especialmente en 2023 con un aumento significativo en comparación al año anterior. Sin embargo, no se pueden pasar por alto las fluctuaciones recientes en el sector hidroeléctrico, lo que subraya la necesidad de una diversificación equilibrada hacia otras fuentes bajas en carbono como la nuclear y la continua expansión de la energía eólica y solar.