En la India, en 2024, la mayoría de la electricidad es generada a través de combustibles fósiles, que representan más de tres cuartas partes de la producción total, con el carbón destacando como el mayor contribuidor con un 75%. Sin embargo, la electricidad baja en carbono está ganando terreno, con una participación de casi una cuarta parte. Dentro de este grupo, la energía hidroeléctrica contribuye con alrededor de un 8%, mientras que la solar proporciona aproximadamente un 7% y la energía eólica cerca de un 4%. La generación de electricidad a partir de gas y nuclear es casi igual, alrededor del 3% cada una. Por último, los biocombustibles, aunque todavía tienen una presencia muy limitada, también suman alrededor del 2% de la producción eléctrica del país.
Para que India aumente la generación de electricidad baja en carbono, podría adoptar ejemplos de países que han logrado éxitos notables en este ámbito. Francia, por ejemplo, obtiene casi el 70% de su electricidad a partir de energía nuclear, mientras que países similares a India como el Pakistán se benefician de un 13% a través de la misma fuente. Por otro lado, Dinamarca genera más de la mitad de su energía a partir del viento, mostrando una fuerte contribución de la energía eólica. India puede aprender de la experiencia de estos países aumentando su capacidad nuclear y eólica, lo que no solo ayudará a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y sus efectos dañinos sobre el clima, sino que también fortalecerá su seguridad energética.
Históricamente, India ha experimentado fluctuaciones significativas en la generación de electricidad baja en carbono. En la década de 1980 y principios de 2000, la energía hidroeléctrica mostró avances intermitentes, con algunos años de suma considerable, como en 2005, donde se añadieron 17 TWh. Sin embargo, también hubo años de declinación, notablemente en 2012. Desde 2017, la solar ha surgido como un sector importante, registrando aumentos significativos año tras año, especialmente en 2022, donde la generación solar aumentó en casi 27 TWh. El año 2023 vio una disminución en la producción hidroeléctrica, aunque la solar y la eólica continuaron creciendo, subrayando la importancia de mantener e incrementar la inversión en estas fuentes limpias y sostenibles.