Actualmente, el consumo de electricidad en India está predominantemente impulsado por combustibles fósiles, que representan más del 76% de la generación eléctrica. Específicamente, el carbón es la fuente principal, contribuyendo con un poco menos del 73% del total. La electricidad baja en carbono constituye cerca del 24%, con la energía hidroeléctrica representando casi un 8%, seguida por la solar con cerca de un 7% y la eólica con un poco menos de 5%. Se observa una menor participación en la generación eléctrica por parte de fuentes como el gas (3%) y nuclear (casi 3%). Al considerar el período de doce meses de octubre de 2023 a septiembre de 2024, queda claro que India sigue siendo dependiente de los combustibles fósiles, a pesar de una contribución notable pero todavía limitada de las fuentes de energía bajas en carbono.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, India podría aprender de la experiencia de otros países que han tenido éxito en este campo. Por ejemplo, Francia genera un notable 68% de su electricidad mediante energía nuclear, lo que demuestra el potencial de esta tecnología para proporcionar una fuente de energía confiable y baja en emisiones. Países como Dinamarca han implementado exitosamente la energía eólica, alcanzando un 59% de participación. Estos ejemplos señalan el potencial de la energía nuclear y eólica para mejorar significativamente la capacidad de generación baja en carbono. Dado que India comparte algunas características con otras naciones emergentes, como Pakistán, que ha logrado un 18% de participación nuclear, es claro que hay oportunidades considerables para expandirse en esos sectores.
En términos históricos, India ha mostrado un progreso variable en la generación de electricidad baja en carbono. En las décadas anteriores, especialmente desde finales de los 80 y hasta la primera década del siglo XXI, se observó un crecimiento positivo, con un aumento de la energía hidroeléctrica en varias ocasiones, como en 1988, 1998 y 2005. Sin embargo, ha habido inconvenientes, como un notable descenso en 2012. Afortunadamente, el interés en energías limpias ha crecido, con la energía solar especialmente emergiendo como protagonista en los años recientes. Se registraron incrementos significativos en la generación solar desde 2017, especialmente destacables en 2022 y 2023. Además, la energía eólica también mostró un aumento importante en 2023. A lo largo de estos años, se demuestra claramente que India está en una trayectoria hacia la expansión de su infraestructura de electricidad baja en carbono y debe continuar promoviendo y mejorando sus inversiones en energía solar, eólica y nuclear para asegurar un futuro energético más verde y sostenible.