En el 2023, el consumo de electricidad en India era dominado en gran medida por los combustibles fósiles, generando más de 1364 TWh, de los cuales, casi todo proviene del carbón. En contraste, la electricidad baja en carbono mantiene una presencia menor, aproximadamente un tercio del total, con 437 TWh generados a través de combinaciones diversas como la hidroeléctrica, solar, eólica y nuclear. Esta proporción es notablemente inferior al promedio mundial de consumo de electricidad per cápita, que es de 410 vatios por persona. Los bajos niveles de generación de energía pueden afectar el desarrollo económico de India y la calidad de vida de sus ciudadanos.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, India podría aprender de las estrategias exitosas de países como la República Popular China y los Estados Unidos que han apostado por el aprovechamiento de la energía eólica y la energía nuclear, produciendo 964 y 775 TWh respectivamente. Ambos tipos de energía son fundamentales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Asimismo, India podría beneficiarse de experiencias como la de Alemania que ha logrado producir 142 TWh a través de la energía eólica, técnica que podría adaptarse eficazmente a las condiciones geográficas de India.
Repasando la historia de la electricidad baja en carbono en India, encontramos un aumento constante en la generación de energía hidroeléctrica en las últimas décadas del siglo XX, con aumentos notables en 1998 y 2003. No obstante, el crecimiento fue más estable en la década de 2000. A partir del año 2017, la energía solar comenzó a coger impulso, registrando incrementos consecutivos hasta el 2023. La energía eólica también experimentó un significativo auge en el 2023. A pesar del descenso temporal de la hidroelectricidad en ese mismo año, la tendencia general muestra un claro énfasis en las fuentes de energía baja en carbono.