En 2023, casi la mitad de la electricidad consumida en Lituania se importa del extranjero (53.7%). La producción local está dominada por la electricidad baja en carbono, que representa a más del 40%. De esta, la energía eólica es la mayor contribuyente con alrededor del 18%, seguida por la energía hidroeléctrica que genera aproximadamente el 12%. Los biocombustibles y la energía solar también forman parte de la mezcla, con poco más del 5% y cerca del 5% respectivamente. La producción de electricidad a partir de combustibles fósiles, principalmente gas, es casi nula, contribuyendo con menos del 5% al total de la electricidad generada.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Lituania podría buscar expandir su capacidad de generación eólica, una tecnología que ya está produciendo grandes cantidades de electricidad en el país. Podemos tomar como referencia a países con condiciones geográficas y climáticas similares, como Dinamarca, que ha logrado generar el 59% de su electricidad a partir de la energía eólica. Además, Lituania podría aprender de los países que han tenido éxito con la energía nuclear, como Francia, Eslovaquia y Ucrania, que generan el 66%, el 61% y el 58% de su electricidad a partir de fuentes nucleares, respectivamente.
Los cambios en la generación de electricidad baja en carbono en Lituania tienen una historia marcada por altibajos a lo largo de las décadas. En los últimos años del siglo XX, el país experimentó aumentos y disminuciones en la generación de electricidad nuclear. A finales de los 80, la generación aumentó gradualmente, alcanzando un máximo de 3.8 TWh en 1989. Sin embargo, a principios de los 90, Lituania enfrentó una pronunciada caída en la generación nuclear, con disminuciones consecutivas de 2.4 TWh en 1992 y 1993. Tras un descenso aún más pronunciado en 1994, el sistema se recuperó gradualmente a fines de los años 90 y principios del siglo XXI, interrumpido por algunas caídas en la producción. En 2023, las adiciones más significativas a la generación de energía baja en carbono están representadas por la energía hidroeléctrica y eólica, con incrementos de 1.2 y 0.8 TWh, respectivamente.