En 2024, la electricidad consumida en Letonia proviene mayoritariamente de fuentes de energía baja en carbono, representando más de la mitad del total con un 63%. La energía hidroeléctrica es una componente principal dentro de este grupo, constituyendo alrededor del 43%. Las otras contribuciones limpias provienen de biocombustibles, solar y eólica, que juntas suman poco más del 20% de la electricidad. Sin embargo, Letonia aún depende de los combustibles fósiles para casi un cuarto de su generación eléctrica, principalmente a través del gas. Las importaciones netas también juegan un papel importante, aportando alrededor del 15% del suministro eléctrico del país.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Letonia puede aprender de países similares. Por ejemplo, países vecinos como Lituania están generando un 26% de electricidad a partir de la energía eólica. También, al observar a países como Dinamarca que producen más de la mitad de su electricidad a partir del viento, Letonia podría tomar inspiración para expandir su capacidad eólica. Además, sigue siendo vital considerar la energía nuclear, dada su significativa participación en la mezcla energética de países como Francia y Eslovaquia, donde representa más del 60% de la generación eléctrica. Incentivar la inversión en estas áreas podría permitirle a Letonia reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles, combatiendo el cambio climático y disminuyendo la contaminación del aire.
Mirando hacia atrás, la historia de la electricidad baja en carbono en Letonia ha estado mayormente influenciada por la energía hidroeléctrica. Durante los últimos años del siglo XX hasta el inicio del siglo XXI, Letonia experimentó fluctuaciones en su generación hidroeléctrica. Por ejemplo, en los años 90, se produjeron altibajos significativos, con aumentos de generación en años como 1990 y pérdidas sustanciales en otros como 1999. Sin embargo, a partir de 2017 se observó un período de recuperación, culminando en 2023 con otro aumento notable. Estas variaciones históricas resaltan la importancia de diversificar las fuentes de energía limpia para mejorar la estabilidad del suministro eléctrico.