En el año 2023, la electricidad en Chipre se generó en gran medida de combustibles fósiles, con el petróleo representando casi el 79% de la producción total. La electricidad baja en carbono representó poco más del 21% de la producción total, siendo la energía solar la principal fuente de esta electricidad baja en carbono, que se generó en un 16%. La generación de electricidad a partir de la energía eólica fue modesta en comparación, representando poco más del 4% de la producción total.
Para aumentar su producción de electricidad baja en carbono, Chipre podría considerar la expansión de su capacidad solar, dado que esta tecnología ya está generando una buena parte de su electricidad. Otras naciones han demostrado el potencial de diferentes fuentes de energía baja en carbono. Dinamarca, por ejemplo, genera una impresionante cantidad de electricidad a partir de la energía eólica, representando el 59% de su producción total. El enfoque de Francia y Eslovaquia en la energía nuclear, que prevalece en su producción con un 66% y 61% respectivamente, también es digno de estudio. A pesar de que cada país tiene sus propias circunstancias y condiciones únicas, estas naciones demuestran que las generación de electricidad de bajas emisiones es viable y efectiva.
La historia de la electricidad baja en carbono en Chipre muestra un interés inicial por la energía eólica, con un pequeño incremento en la generación al inicio de la década de 2010. Sin embargo, a mitad de la década se registró una disminución. Por otra parte, a partir del 2013, se observa un interés creciente en la energía solar. Esta fuente de energía ha mostrado un crecimiento constante en los últimos años, destacando un aumento en la generación de 0.2 TWh en los años 2021 y 2023.