En el año 2024, el consumo de electricidad en Chipre se caracteriza significativamente por el uso predominante de combustibles fósiles. Más de tres cuartas partes de la electricidad generada provienen de fuentes fósiles, representando un 76.22%. Por otro lado, la porción de energía baja en carbono es del 23.78%, lo cual es un paso en la dirección correcta hacia un futuro más limpio. Dentro de esta categoría, la energía solar juega un papel importante, contribuyendo con el 19.41% de la electricidad total, mientras que la energía eólica aporta un 3.5%. Esta transición hacia energía más limpia es crucial para combatir el cambio climático y la contaminación del aire, aunque aún queda camino por recorrer para lograr una mayor proporción de energía baja en carbono.
¿Está creciendo la electricidad en Chipre?
En cuanto al crecimiento del consumo eléctrico en Chipre, las cifras indican una tendencia alarmante. En 2024, el consumo total de electricidad es de 4253 kWh por persona, lo cual es inferior al registro anterior de 4726 kWh per cápita en 2010, mostrando un descenso de 473 kWh. Sin embargo, el lado positivo es el significativo aumento en la generación de electricidad baja en carbono, alcanzando 1011 kWh por persona en 2024, lo cual representa un incremento de 216 kWh en comparación con el récord del 2023. Este aumento es un claro indicativo de que Chipre está haciendo progresos en su transición hacia fuentes de energía más limpias, a pesar de la disminución general en el consumo de electricidad.
Sugerencias
Para incrementar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Chipre debería enfocarse en la expansión de su capacidad solar. Países con características similares, como Grecia, han alcanzado cifras notables en generación de energía eólica, con un 22%. Chipre podría beneficiarse de observar naciones como Líbano, donde la energía solar representa el 31% de su generación eléctrica. Esto sugiere que una mayor inversión en energía solar podría ser extremadamente beneficiosa. Además, debería explorar la viabilidad de la energía nuclear, como han hecho Francia y Eslovaquia, donde la generación nuclear representa al menos el 62% de su producción eléctrica, logrando así una combinación robusta de energía baja en carbono.
Historia
Históricamente, el avance de la electricidad baja en carbono en Chipre ha sido modesto. Entre 2010 y 2014, hubo pequeñas fluctuaciones en la generación de energía eólica y solar, con crecimientos y disminuciones mínimas. Desde 2015, la energía solar ha registrado mayores incrementos, principalmente a partir de 2020, cuando comenzaron a verse incrementos consistentes anuales. Esto culminó en 2024 con un incremento de 0.3 TWh en generación solar. Esta tendencia positiva es un reflejo de un compromiso más serio hacia un futuro energético más limpio, lo cual es crucial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y sus impactos adversos en el medio ambiente.
Electrificación
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