En el período de noviembre de 2023 a octubre de 2024, Italia presenta un interesante panorama en su consumo de electricidad. La electricidad baja en carbono representa más del 41% de la generación total, lo que incluye notablemente un 19% de energía hidroeléctrica, 9% de solar, 8% de energía eólica, casi 3% de geotérmica y algo más del 2% de biocombustibles. Mientras tanto, los combustibles fósiles, como el gas, el carbón y otros no especificados, constituyen aproximadamente el 35% del total. Destacando, el uso de gas alcanza casi un tercio del total en un 31%, y los carbón representa cerca del 3%. Adicionalmente, las importaciones netas contribuyen con cerca del 19% de la electricidad, completando el abanico diversificado de la energía italiana. Es evidente que Italia está en una posición relativamente buena en cuanto a la adopción de fuentes limpias, pero hay un potencial notable para seguir aumentando estas proporciones bajas en carbono.
Italia podría mirar hacia ejemplos exitosos de otros países para aumentar su generación de electricidad baja en carbono, especialmente en lo que respecta a energías nucleares, eólicas y solares. Francia, con un 67% de su electricidad en base a nuclear, y Países Bajos, donde el 28% proviene de la energía eólica, podrían servir como referencia para Italia. En particular, Italia comparte características geográficas y climáticas con países como España y Grecia; España obtiene el 20% de su electricidad de fuentes nucleares y 24% de eólica, mientras que Grecia aprovecha la energía solar en un 22%. Aprender de estos modelos exitosos, junto con inversiones estratégicas, podría ayudar a Italia a explotar aún más su potencial en nuclear, energía eólica, y solar, reduciendo así su dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo su impacto ambiental.
Mirando atrás, la historia de la electricidad baja en carbono en Italia muestra una serie de fluctuaciones. En el año 1987, Italia experimentó una significativa disminución en la generación nuclear con una caída de -8.6 TWh, una decisión cuestionable considerando la importancia estratégica de esta fuente en la matriz energética limpia. A lo largo de las décadas, la contribución hidroeléctrica ha mostrado variaciones importantes. En los últimos años, a partir de 2011, se observó un fuerte incremento en solar con aumentos de aproximadamente 8-9 TWh anuales, aunque la hidroeléctrica fluctuó bastante con varios descensos destacados, como un notable -17 TWh en 2022. Sin embargo, más recientemente, entre 2023 y 2024, la energía hidroeléctrica creció en 17.2 TWh, mostrando una notable recuperación. Esta historia de altibajos resalta la necesidad de estabilidad y planificación estratégica, especialmente al considerar cómo la adición de fuentes como nuclear podría proporcionar una base más sólida para un futuro de electricidad limpia en Italia.