Durante el período de los últimos 12 meses, desde noviembre de 2023 hasta octubre de 2024, el consumo de electricidad en Rumanía muestra una fuerte presencia de energía baja en carbono y una dependencia menor de los combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad, específicamente un 63.87%, proviene de fuentes bajas en carbono. Dentro de estas, la energía hidroeléctrica representa casi un tercio, con un 27.71%, mientras que la energía nuclear contribuye con aproximadamente una quinta parte, alcanzando el 19.72%. En cuanto a las energías renovables exceptuando hidroeléctrica, la energía eólica participa con un 11.85% y la energía solar con un 3.77%. Por otro lado, los combustibles fósiles aún forman una parte significativa del mix eléctrico, aportando el 32.3%, principalmente a través del gas con un 19.12% y del carbón con un 13.18%. Las importaciones netas de electricidad son bastante bajas, en torno al 3.83%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Rumanía podría centrarse en la expansión de tecnologías que ya tienen un impacto significativo, como la energía nuclear y eólica. Países como Francia y Eslovaquia sirven como ejemplos exitosos, generando altas proporciones de electricidad a partir de energía nuclear, con un 67% y un 60% respectivamente. Rumanía puede aprender de estos países al incrementar su capacidad nuclear, aprovechando su actual infraestructura tecnológica y experiencia en esta fuente energética. En paralelo, podría expandir la energía eólica, inspirándose en el modelo de Dinamarca, donde el 59% de la electricidad proviene de esta fuente. Estos pasos permitirían a Rumanía reducir su dependencia de los combustibles fósiles, mitigando así los efectos negativos del cambio climático y la contaminación del aire.
Históricamente, Rumanía ha enfrentado fluctuaciones en la generación de electricidad baja en carbono. En los últimos años del siglo XX, la generación de energía hidroeléctrica fluctuó notablemente, con incrementos significativos, como los 3.6 TWh en 1988 y 1995, y descensos notables, como los -3.5 TWh en el año 2000. En cuanto a la energía nuclear, hubo períodos de expansión destacada, como el aumento de 4 TWh en 1997 y de 3.5 TWh en 2008. Sin embargo, las fluctuaciones en la generación hidroeléctrica continuaron en la primera parte del siglo XXI, reflejándose en caídas y aumentos tales como los -4.9 TWh en 2011 y 4.4 TWh en 2010. De manera más reciente, en 2023 se observó una recuperación en la generación hidroeléctrica con un incremento de 4.3 TWh, aunque seguido por una disminución de 3.2 TWh entre 2023 y 2024, lo que destaca la volatilidad en este sector. Aprovechar y estabilizar estos recursos puede proporcionar un camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible.