En el último año, desde octubre de 2023 hasta septiembre de 2024, Rumanía ha mostrado un notable consumo de electricidad con una significativa inclinación hacia las fuentes de energía baja en carbono. Más de la mitad del consumo eléctrico del país, exactamente el 64%, proviene de estas fuentes limpias. La energía hidroeléctrica representa aproximadamente el 28%, mientras que las plantas nucleares aportan casi el 20%. La energía eólica, que también es una forma de energía baja en carbono, contribuye con algo más del 12%, y la solar con cerca del 4%. En contraste, los combustibles fósiles, como el gas y el carbón, constituyen más de un tercio del consumo eléctrico, sumando un 33% entre ambos, con el gas representando el 19% y el carbón el 13%. Las importaciones netas de electricidad constituyen un pequeño porcentaje de alrededor del 3%.
Para incrementar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Rumanía debería considerar la expansión de sus capacidades nucleares y eólicas, ya que ambas tecnologías ya tienen una significativa contribución en el mix energético del país. Rumanía puede aprender de ejemplos exitosos como Francia y Eslovaquia, donde más del 60% de la electricidad es generada por energía nuclear. Asimismo, resultados destacados en energía eólica pueden observarse en Dinamarca y Uruguay, con el 61% y el 36% respectivamente. Países europeos como Alemania y el Reino Unido también destacan en la generación de energía eólica con un 31% y un 29%, respectivamente. Implementar estrategias similares ayudará a Rumanía a reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles, que contribuyen significativamente al cambio climático y la contaminación del aire.
A lo largo de la historia, el sector de electricidad baja en carbono en Rumanía ha tenido diversos cambios. En la última década del siglo XX, especialmente en 1988 y 1991, la energía hidroeléctrica aumentó en más de 3 TWh cada año, aunque en 1992 sufrió una caída de casi 3 TWh. La década de 1990 también vio un aumento en la generación nuclear en 1997 con un incremento de 4 TWh. La energía hidroeléctrica mostró una tendencia fluctuante con aumentos y disminuciones notables, alcanzando su punto máximo en 2010 con un aumento de 4.4 TWh y caídas significativas como la de 2011 con una pérdida de casi 5 TWh. Más recientemente, en 2023, la generación hidroeléctrica aumentó en 4.3 TWh, aunque volvió a disminuir en los periodos de 2023 y 2024 con una caída de 3.3 TWh. Este historial sugiere que, aunque la energía hidroeléctrica ha sido un componente importante, el país debería centrarse en fuentes de baja variabilidad como la nuclear para mantener una producción constante y confiable de electricidad baja en carbono.