En 2024, el consumo de electricidad en Rumanía refleja un compromiso notable hacia fuentes de energía baja en carbono. Más de la mitad de su consumo eléctrico, alrededor del 64%, proviene de estas fuentes, superando con creces a los combustibles fósiles que representan aproximadamente el 30% del total. La energía hidroeléctrica destaca al aportar más de una cuarta parte del consumo eléctrico del país. La energía nuclear también contribuye significativamente, cercana al 20%, estableciendo a estas dos fuentes como pilares clave en el abastecimiento energético. Las energías renovables, como la eólica y la solar, suman más de un 15%, lo que refleja un cultivo creciente hacia tecnologías sostenibles. Sin embargo, el país aún depende notablemente del gas y el carbón, que en conjunto superan el cuarto del suministro energético total, mientras que el petróleo representa una fracción minoritaria.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Rumanía podría expandir sus capacidades nucleares y eólicas, dado que ambas ya generan cantidades sustanciales de electricidad. Observando ejemplos exitosos a nivel mundial, Francia y Eslovaquia sobresalen en el uso de la energía nuclear, con Francia generando un impresionante 68% de su electricidad a partir de esta fuente. Países cercanos geográficamente como Ucrania y Bulgaria también tienen una notable participación nuclear que podría servir de modelo. En cuanto a la energía eólica, Dinamarca es un ejemplo inspirador, produciendo más de la mitad de su electricidad gracias a esta fuente. Rumanía puede aprender de estos casos exitosos para optimizar y ampliar su infraestructura de energía limpia, reduciendo así su dependencia de los combustibles fósiles que contribuyen significativamente al cambio climático y la contaminación del aire.
La historia de la electricidad baja en carbono en Rumanía muestra una serie de altibajos a lo largo de las décadas. En los años tardíos de la década de 1980 y principios de los 1990, la energía hidroeléctrica experimentó un crecimiento significativo, aunque también sufrió algunos declives temporales. La década de 2000 trajo consigo un avance sustancial en la capacidad nuclear, especialmente en 1997 y 2008, cuando experimentó un aumento considerable. Por otro lado, la energía hidroeléctrica ha tenido fluctuaciones notables, con años de aumentos seguidos de caídas, lo cual resalta la necesidad de diversificar las fuentes de energía limpia para garantizar un suministro estable. A pesar de los desafíos, estos esfuerzos reflejan el compromiso continuo de Rumanía para disminuir su huella de carbono y avanzar hacia un futuro energético sostenible.