La estructura actual del consumo de electricidad en Portugal en 2023 muestra que más de la mitad de la electricidad consumida proviene de fuentes bajas en carbono, específicamente un 59,31%. Dentro de estas fuentes, la energía eólica representa alrededor de 24%, mientras que la energía hidroeléctrica constituye casi un 20%. La energía solar y los biocombustibles aportan con un 8% y 7% respectivamente. Los combustibles fósiles, por otro lado, suponen el 22% de la electricidad consumida, con el gas representando la gran mayoría de esta parte con un 20%. Las importaciones netas de electricidad también juegan un papel significativo, representando un 19% del consumo total.
Para que Portugal pueda aumentar la generación de electricidad baja en carbono, sería beneficioso expandir su capacidad de energía eólica, dado que ya genera una proporción significativa de electricidad a partir de esta fuente. Además, debe mirar hacia países con éxito probado en el uso de energía nuclear, como Francia, donde el 65% de la electricidad proviene de fuentes nucleares, y en menor medida países como Eslovaquia y Ucrania con un 62% y 55% respectivamente. Portugal comparte similitudes con otros países europeos, y podría aprender de la experiencia de España, donde el 20% de la electricidad proviene de energía nuclear. La diversificación hacia la energía nuclear junto con una mayor inversión en solar y eólica puede ayudar a Portugal a reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles.
La historia de la electricidad baja en carbono en Portugal está marcada por altibajos en la generación de energía hidroeléctrica. Por ejemplo, en 1977 hubo un aumento significativo de 5,2 TWh, pero a finales de los años 80 y principios de los 90, vimos importantes descensos, como en 1989 y 1992 con una disminución de 6,4 TWh y 4,1 TWh respectivamente. En el periodo de los años 2000, hubo nuevamente fluctuaciones, con aumentos notables en 2003 (7,8 TWh), 2006 (6,3 TWh) y 2010 (7,5 TWh), seguidos de caídas en los años intermedios. En años más recientes, la generación hidroeléctrica ha mostrado un comportamiento similar, con incrementos en 2013 (8,2 TWh) y 2016 (7,1 TWh), pero también con descensos, como en 2022 con una baja de 5,4 TWh, y un leve aumento en 2023 de 4,4 TWh. La estabilidad y el incremento en capacidad de fuentes como la energía eólica y solar serán claves para asegurar una mayor proporción de generación baja en carbono en el futuro.