En Chile, el consumo actual de electricidad proviene mayoritariamente de fuentes de energía baja en carbono, representando cerca del 70% del total. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica contribuye con casi un tercio de la electricidad producida, mientras que la solar y eólica generan alrededor del 22% y 12%, respectivamente. La proporción restante de electricidad, algo más del 30%, se genera a partir de combustibles fósiles, con el carbón aportando un 16% y el gas un 14%. Este balance indica un avance significativo hacia fuentes más limpias, evidenciando el compromiso del país con la reducción de emisiones de carbono.
¿Está creciendo la electricidad en Chile?
Sin embargo, el crecimiento del consumo eléctrico en Chile muestra signos de decaimiento. El consumo per cápita ha retrocedido desde su máximo en 2022, bajando de 4656 kWh por persona a 4540 kWh en 2024. Esto es decepcionante en un contexto global que necesita aumentar su uso de electricidad para satisfacer demandas futuras. A pesar de esta disminución general, la generación de electricidad baja en carbono ha aumentado, con un incremento de 302 kWh por persona respecto al récord anterior, indicando un prometedor avance en la transición hacia fuentes limpias, pero Chile necesita más crecimiento en términos generales.
Sugerencias
Para seguir aumentando la generación de electricidad baja en carbono, Chile podría expandir sus instalaciones de energía solar y eólica existentes. La expansión en estas áreas podría beneficiarse con ejemplos de países exitosos similares, como Dinamarca, donde la energía eólica genera más de la mitad de su electricidad, o Uruguay, con casi un 30% proveniente de la eólica. Especialmente, la energía solar tiene un gran potencial en Chile, dadas sus condiciones geográficas favorables. Paralelamente, aunque Chile actualmente no cuenta con energía nuclear, podría considerar esta opción siguiendo ejemplos como Francia o Eslovaquia, donde la energía nuclear suministra más del 60% de su electricidad, brindando una fuente estable y baja en carbono.
Historia
A lo largo de la historia reciente, la generación de electricidad baja en carbono en Chile ha experimentado altibajos, notablemente en las décadas de los 90 y principios de los 2000, donde la energía hidroeléctrica mostró aumentos importantes, como en 1991 y 2000. Sin embargo, también se observaron disminuciones, especialmente en 2007 y 2010. En años más recientes, la energía solar emergió como un fuerte contribuyente, con incrementos significativos en 2022 y 2023. La diversificación a través de la energía solar y eólica en la última década resulta prometedora, aunque es crucial que Chile continúe desarrollando e invirtiendo en nuevas capacidades limpias para asegurar un futuro energético sostenible y de bajo impacto ambiental.
Electrificación
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