En el año 2024, la mayoría de la electricidad en Polonia todavía proviene de combustibles fósiles, con más de dos tercios del total, específicamente un 68%. Dentro de estos, el carbón es el principal contribuyente, generando más de la mitad de la electricidad. Sin embargo, Polonia también está generando casi un tercio de su electricidad a partir de fuentes bajas en carbono, como la energía eólica, que representa alrededor del 15%, y la solar, con un 11%. La energía hidroeléctrica y los biocombustibles tienen una presencia bastante marginal, con apenas un 2% y 1.5% respectivamente. Estas cifras reflejan un desafío y una oportunidad para Polonia de avanzar hacia un sistema eléctrico más limpio y sostenible.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Polonia debería enfocarse en expandir sus infraestructuras de energía eólica y solar. Estas tecnologías ya están proporcionando cantidades significativas de electricidad limpia, y sus aumentos adicionales podrían compensar el uso actual de combustibles fósiles. Examinando ejemplos de otros países, Polonia podría aprender de Francia y Eslovaquia, donde más del 60% de la electricidad proviene de la energía nuclear, una fuente confiable y baja en carbono. Además, la experiencia de Dinamarca en la explotación de la energía eólica para generar casi 60% de su electricidad ofrece un modelo claro para seguir mejorando la capacidad eólica de Polonia. Estas estrategias, combinadas con políticas adecuadas, pueden transformar significativamente el paisaje energético del país.
A lo largo de la historia reciente, Polonia ha experimentado un crecimiento notable en tecnologías de electricidad baja en carbono, especialmente en energía eólica y solar. En la primera mitad de la década de 2010, el aumento en la generación eólica fue constante, con incrementos significativos de generación anuales. En años más recientes, la energía solar ha visto un aumento espectacular desde 2020, con incrementos significativos en 2022 y 2023. A pesar de un leve retroceso en la generación eólica en 2018, el reciente resurgimiento de estas fuentes refleja un optimismo hacia un futuro más limpio. Por otro lado, los biocombustibles han enfrentado desafíos en 2024 con una caída considerable; sin embargo, este retroceso enfatiza aún más la importancia de diversificar e incrementar la capacidad de las principales fuentes limpias como la solar, la eólica y, crucialmente, la nuclear para asegurar un sistema eléctrico robusto y sostenible para Polonia.