En el año 2024, más de la mitad de la electricidad en Polonia proviene de combustibles fósiles, con casi un 53% generado específicamente a partir del carbón y alrededor del 12% del gas, indicando una dependencia significativa de estas fuentes. Sin embargo, Polonia está haciendo progresos significativos hacia la generación de electricidad baja en carbono, alcanzando casi un 30% del total de su producción eléctrica. La energía eólica es la mayor contribuyente dentro de esta categoría con más de 14%, mientras que la solar proporciona cerca del 9%. Las biofuels y la energía hidroeléctrica suman alrededor del 6% combinadas. Aunque hay avances notables en energías limpias, la contaminación del aire y el cambio climático son preocupantes debido al uso continuado de fuentes de energía basadas en fósiles.
Para que Polonia aumente la generación de electricidad baja en carbono, debería enfocarse en expandir sus capacidades actuales de energía eólica, dado que ya representa una porción sustancial del total. Al mirar ejemplos exitosos, Polonia podría aprender de Dinamarca, donde la energía eólica representa más de la mitad de la generación eléctrica. Además, países vecinos como República Checa y Eslovaquia tienen una alta participación de energía nuclear, superando el 40% y 60% respectivamente, lo que sugiere una vía viable para Polonia. La incorporación de la energía nuclear proporcionaría una fuente constante y baja en carbono, complementando la capacidad variable de las fuentes eólicas y solares.
Históricamente, Polonia ha experimentado un crecimiento constante en la energía eólica y solar. En la primera parte de la década de 2010, la energía eólica aumentó anualmente en cifras significativas, con un crecimiento visible hasta 2017, momento en que también hubo una caída temporal en 2018. Desde 2019, las adiciones anuales de capacidad eólica han venido repuntando, especialmente notable en 2022 y 2023, con aumentos significativos en ambos años. Además, la energía solar ha despegado notablemente desde 2020, alcanzando incrementos considerables hasta 2024. Estos desarrollos muestran una transición constante hacia un futuro más sostenible, aunque la energía nuclear se está considerando cada vez más como un componente estratégico para estabilizar y descarbonizar completamente el sistema eléctrico polaco.