Actualmente, la situación del consumo de electricidad en Bulgaria muestra una significativa dependencia de fuentes de generación baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad proviene de fuentes limpias, con la energía nuclear representando alrededor del 40%. Las fuentes de energía eólica y solar contribuyen con cerca de un 13%, mientras que la energía hidroeléctrica y los biocombustibles añaden otro 13%. En contraste, aproximadamente una tercera parte de la electricidad en Bulgaria sigue dependiendo de combustibles fósiles, con el carbón representando cerca del 29% y el gas apenas un 4%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Bulgaria podría enfocarse en la expansión de su ya significativa capacidad nuclear. Países como Francia y Eslovaquia, que generan un 65% y un 62% de su electricidad a través de energía nuclear, respectivamente, han demostrado que la expansión de esta fuente es viable y beneficiosa. Además, Bulgaria podría aprender de países como Dinamarca, Irlanda y Alemania en la implementación de energía eólica, donde la proporción de electricidad generada a través de esta fuente es considerablemente alta, con Dinamarca alcanzando el 53% y Alemania un 27%. Esto sugiere que una combinación de expansión nuclear y eólica puede aumentar significativamente la proporción de electricidad baja en carbono en Bulgaria.
La historia de la electricidad baja en carbono en Bulgaria muestra varios cambios significativos a lo largo de las décadas. En la década de 1980, se observaron aumentos favorables en la generación nuclear con cifras destacadas en 1981 (2.8 TWh) y 1988 (3.6 TWh). No obstante, las décadas que siguieron, especialmente alrededor del año 1990 y principios de 2000, vieron reducciones importantes, como en 1989 (-1.5 TWh), 1992 (-1.6 TWh) y 2007 (-4.9 TWh). En tiempos más recientes, la capacidad hidroeléctrica también mostró variaciones significativas; por ejemplo, en 2010 hubo un incremento de 1.6 TWh, seguido por una disminución en 2011 (-2 TWh). A pesar de estos altibajos, el énfasis en la expansión de fuentes nucleoeléctricas y la exploración de nuevas capacidades eólicas promete un camino hacia un futuro menos dependiente de combustibles fósiles y más sostenible.