En el periodo de los últimos doce meses, desde octubre de 2023 hasta septiembre de 2024, Bulgaria ha mostrado una dependencia bastante significativa de la electricidad baja en carbono, con cerca del 67% de su consumo total proveniente de estas fuentes. Dentro de esta categoría, la energía nuclear se destaca considerablemente, generando casi el 42% de la electricidad del país. La energía solar también contribuye de manera notable con un 12%, y la energía hidroeléctrica añade un poco más del 8%. Por otro lado, los combustibles fósiles constituyen alrededor del 33% de la producción, con el carbón representando la mayor parte (28%), seguido del gas (6%). La energía eólica, aunque presente, es menos significativa, aportando alrededor del 4%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Bulgaria podría centrarse en expandir sus capacidades nucleares y solares, ya que estas tecnologías ya están bien establecidas en el país y juegan un papel importante en su mix energético. Mirar ejemplos exitosos de otros países también podría ser beneficioso. Francia, por ejemplo, genera un notable 67% de su electricidad a través de energía nuclear, mientras que Ucrania y Eslovaquia también obtienen más de la mitad de su electricidad de esta fuente. En cuanto a la energía eólica, Bulgaria podría aprender de Dinamarca, donde el 61% de la electricidad proviene del viento, o de países vecinos como Grecia y Polonia, que tienen cifras más modestas, pero aún notables, del 21% y el 15% respectivamente.
Históricamente, Bulgaria ha mostrado altibajos en su producción de electricidad baja en carbono, especialmente en el ámbito nuclear. En la década de 1980, experimentó aumentos significativos con incrementos en 1981 y 1988. Sin embargo, la década de 1990 y principios del 2000 vieron decrecimientos y fluctuaciones, especialmente con caídas notables en 1991, 1992, 2003, y 2007. A pesar de estos desafíos, hubo algunos aumentos en años intermedios como en 1993 y 2005. La energía hidroeléctrica también presentó variaciones, con aumentos en 2010, 2018 y 2021, pero declinaciones en 2011 y 2019. El año más reciente muestra una disminución en la producción de biocombustibles, aunque esta categoría es menos significativa en el mix energético del país.