En 2024, la situación del consumo eléctrico en Países Bajos muestra un equilibrio entre fuentes bajas en carbono y combustibles fósiles. La electricidad baja en carbono representa más de la mitad de la producción total, con un 54% aproximadamente. Destaquen las contribuciones significativas de la energía eólica y solar, que juntas constituyen casi el 45% de la electricidad, con la energía eólica en un 27% y la solar en un 18%. Los biocombustibles aportan cerca de un 6% y la nuclear casi un 3%, honrando el enfoque en energías limpias. Por otro lado, los combustibles fósiles, especialmente el gas, todavía representan alrededor del 46% del mix energético, con el gas obteniendo un 36% y el carbón el casi 7%. Este panorama refleja una transición energética en curso, con un compromiso creciente hacia las tecnologías de energía limpia.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Países Bajos podría ampliar la capacidad de sus tecnologías dominantes como la energía eólica y solar. Aprovechar estas fuentes es crítico dado su exitoso despliegue actual. Además, aprender de países con alta dependencia nuclear podría ser beneficioso. Por ejemplo, Francia genera más del 60% de su electricidad a partir de la energía nuclear y Dinamarca produce más de la mitad de su electricidad a partir del viento. Adoptar políticas e invertir en estas áreas estratégicamente podrían permitir a Países Bajos reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles, disminuyendo así las emisiones de carbono y la contaminación del aire.
Históricamente, la capacidad de generación de electricidad baja en carbono en Países Bajos ha mostrado un crecimiento notable, especialmente en las últimas dos décadas. En la década de 2010, se observó un aumento significativo en la energía eólica, con un crecimiento de 1.8 TWh en 2015, 2.4 TWh en 2017, y avances considerables más tarde, con incrementos de 3.8 TWh en 2020 y una ganancia impresionante de 7.5 TWh en 2023. La energía solar también ha mostrado un crecimiento continuo desde 2018, con un aumento de 1.5 TWh cada año en 2018 y 2019, alcanzando un aumento de 4.1 TWh en 2023. A pesar de algunos altibajos en el pasado con la energía nuclear en los años 90, el enfoque reciente se centra claramente en la expansión de la energía eólica y solar, alineándose con las tendencias globales hacia un futuro energético sostenible.