En Luxemburgo, el consumo de electricidad durante los últimos doce meses, desde septiembre de 2024 hasta agosto de 2025, refleja una gran dependencia de importaciones netas, que representan más del 72% del consumo total. Esto deja a la generación nacional en una participación significativamente menor, con un 26.61% de electricidad generada a partir de fuentes bajas en carbono. Dentro de esta categoría, la energía eólica y solar tienen casi la misma proporción, con un 9% y 8.5% respectivamente, mientras que los biocombustibles y la hidroeléctrica representan cuotas más pequeñas. A pesar de la existente tecnología eólica y solar, su contribución conjunta sigue siendo limitada dado el gran volumen de importaciones. El uso de combustibles fósiles, específicamente gas, es casi inexistente, con solo 1.3% del total, lo que indica un leve paso hacia la reducción de energías perjudiciales para el medio ambiente.
¿Está creciendo la electricidad en Luxemburgo?
Observando el panorama del crecimiento del consumo de electricidad en Luxemburgo, se percibe una notable disminución. En 2025, el consumo total por persona fue de 7053 kWh, lo que representa una caída de casi 10,000 kWh comparado con el récord de 2010 de 17048 kWh/persona. Esta tendencia negativa se refleja también en la producción de electricidad baja en carbono, ahora en 1876 kWh/persona, enfrentando una reducción considerable de más de 1200 kWh desde 2010. La falta de crecimiento en la electricidad, especialmente en sectores bajos en carbono, es preocupante y sugiere la necesidad urgente de implementar políticas que favorezcan la expansión de soluciones de energía limpia para asegurar un futuro sostenible.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Luxemburgo podría beneficiarse de las lecciones de regiones exitosas en este ámbito. Países como Francia y Eslovaquia han logrado generar más del 60% de su electricidad mediante energía nuclear, una opción comprobada que podría replicarse para reducir la dependencia de importaciones. Además, donde la topografía lo permita, seguir el camino de Dinamarca e Iowa, que generan más de la mitad de su electricidad a partir de eólica, podría ser beneficioso. Con el potencial de la solar también siendo destacado en países como Emiratos Árabes Unidos y Nevada, Luxemburgo debería considerar seriamente una inversión y expansión en la energía solar para diversificar sus fuentes de energía limpia y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Luxemburgo demuestra una serie de fluctuaciones a lo largo de las décadas. En la década de 1990, la producción hidroeléctrica mostró un patrón variable, con incrementos en 1990 y 1994, seguidos por caídas en 1992, 1993, y a finales de la década. Las fluctuaciones continuaron en los 2000, donde un notable aumento en 2003 fue seguido por una disminución sostenida hasta 2011. Desde entonces, ha habido movimientos hacia diversificar con energía eólica y solar, con aumentos en la capacidad eólica en 2017 y 2023 y un leve crecimiento en solar desde 2022. La adopción de biocombustibles también ha sido variable, con incrementos en 2020 y 2024, pero una leve reducción en 2025. Estas fluctuaciones históricas subrayan la necesidad de fortalecer y estabilizar la infraestructura de generación baja en carbono para un crecimiento sostenible a largo plazo.
Electrificación
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