En el año 2024, Luxemburgo depende en gran medida de las importaciones netas de electricidad, representando más de tres cuartas partes del total con un 77.13%. La electricidad generada mediante fuentes de energía baja en carbono se sitúa en casi un cuarto, con un total de 20.67%. Dentro de este grupo, los biocombustibles, la energía eólica y la solar contribuyen con casi un tercio de esta cifra cada uno, mientras que la energía hidroeléctrica apenas aporta una pequeña fracción. Las fuentes de energía de combustibles fósiles representan un mínimo de 2.2%, lo que refleja un progreso hacia una transición más verde, aunque el papel predominante de las importaciones indica una necesidad persistente de desarrollar la capacidad de generación interna de energía limpia.
¿Está creciendo la electricidad en Luxemburgo?
A pesar de los esfuerzos para aumentar el uso de energía baja en carbono, el consumo general de electricidad en Luxemburgo ha disminuido desde su punto máximo. En 2024, el consumo total por persona alcanzó 10094 kWh, lo que representa una caída significativa de aproximadamente 41% respecto al récord de 17048 kWh por persona en 2010. Del mismo modo, la generación por persona de electricidad baja en carbono también disminuyó a 2087 kWh desde el récord anterior de 3153 kWh. Esta tendencia a la baja es preocupante, especialmente dado el contexto global de necesidad de aumentar la electrificación con fuentes limpias para combatir el cambio climático y satisfacer las necesidades futuras.
Sugerencias
Para revertir esta tendencia y aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Luxemburgo podría aprender de países exitosos en energía solar y nuclear. Países como Francia y Eslovaquia generan la mayor parte de su electricidad mediante energía nuclear, con proporciones del 68% y 62% respectivamente. En cuanto a la energía eólica, estados como Iowa en los EE. UU. generan más del 60% de su electricidad de esta manera. Luxemburgo debería considerar estas fuentes, particularmente la energía nuclear por su capacidad de generar grandes cantidades de electricidad sin emisiones de carbono, y la energía solar como una opción accesible y escalable, tomando como ejemplo iniciativas en Líbano y otras regiones. El desarrollo de estas fuentes impulsaría no solo la autosuficiencia energética, sino que también contribuiría significativamente a la reducción de emisiones.
Historia
Históricamente, Luxemburgo ha experimentado fluctuaciones en su generación de electricidad baja en carbono. En la década de 1990, la producción hidroeléctrica creció a principios de la década pero mostró disminuciones hacia su conclusión. En los primeros años de la década del 2000, la producción hidroeléctrica continuó descendiendo. A partir del 2010, aunque hubo un repunte temporal, la producción volvió a disminuir en los años siguientes. En años más recientes, desde 2017, hubo pequeños avances con la introducción de viento, biocombustibles y solar, aunque el crecimiento ha sido modesto. Esta historia evidencia la necesidad de estrategias firmes para el avance de una infraestructura energética baja en carbono que sea sostenible y capaz de satisfacer futuras demandas.
Electrificación
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