En el año 2023, la producción de electricidad en Grecia estuvo compuesta aproximadamente en su mitad (48%) por electricidad baja en carbono. A ello contribuyeron de manera significativa tanto la energía solar, que generó casi un quinto de la electricidad, y la energía eólica, que aportó aproximadamente la misma proporción. Los combustibles fósiles representaron cerca del 44% de la producción eléctrica, destacando el gas con más de un tercio de esta proporción. Por otro lado, la proporción de electricidad obtenida de carbón fue menor, cerca del 10%. Por su parte, la energía hidroeléctrica fue responsable de casi un 9% de la generación de electricidad, mientras que las importaciones netas de electricidad ascendieron a algo más del 8%.
Por su posición geográfica y condiciones climáticas, Grecia tiene un gran potencial para incrementar su generación de electricidad baja en carbono a través del desarrollo de tecnologías eólicas y solares, las cuales ya desempeñan un papel importante en el país. Tomando como referencia a países con características similares, Grecia podría inspirarse en la experiencia de Dinamarca, donde cerca del 60% de su electricidad proviene de la energía eólica. Además, países como Francia y Eslovaquia generan más del 60% de su electricidad a partir de energía nuclear, lo cual plantea otra ruta viable para reducir la dependencia de Grecia de los combustibles fósiles en la producción de electricidad.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Grecia, se observa un cambio en la producción de energía durante los últimos años del siglo XX y hasta el presente. Por ejemplo, en la década de 1980, la generación de electricidad por energía hidroeléctrica experimentó una disminución. Sin embargo, a lo largo de los años 2000, la producción de electricidad a través de la energía hidroeléctrica ha mostrado tanto incrementos como descensos. En la última década, se observan cambios notables con el surgimiento de la energía solar y la energía eólica en la matriz energética griega. Desde 2013, la generación de electricidad a partir de energía solar ha ido en aumento, mientras que la energía eólica experimentó un alza significativa en 2020, aunque con una ligera disminución en 2023.