En el año 2024, el consumo de electricidad en Grecia presenta una división casi equitativa entre fuentes energéticas bajas en carbono y combustibles fósiles. La producción proveniente de combustibles fósiles constituye un poco más de la mitad del total, específicamente el 50.29%, siendo el gas natural el principal contribuyente con casi el 38%. En cuanto a las fuentes de energía bajas en carbono, que abarcan el 49.71%, la energía eólica y solar son las más prominentes, ambas generando más del 21% cada una. La energía hidroeléctrica y los biocombustibles participan en menor medida, representando aproximadamente el 5.4% y el 1.1% respectivamente.
¿Está creciendo la electricidad en Grecia?
El crecimiento en el consumo de electricidad en Grecia ha experimentado ciertos altibajos. Aunque la electricidad consumida per cápita en 2024 es de 5587 kWh, lo cual representa una disminución de 674 kWh respecto al récord histórico de 2008, es notable que la generación de electricidad baja en carbono ha mostrado una tendencia positiva. En el último año, la contribución per cápita de esta categoría ha alcanzado los 2778 kWh, superando el récord anterior de 2370 kWh. Esta transición hacia bajas emisiones refleja un compromiso claro con la adopción de fuentes de energía limpia, aunque se deba atender el decrecimiento en el consumo total para garantizar un suministro estable que responda a las futuras necesidades de electrificación y crecimiento tecnológico.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Grecia debería expandir sus instalaciones de energía eólica y solar, dado su éxito demostrado y significativa contribución actual. Además, Grecia podría aprender de países con trayectorias exitosas en energía nuclear como Eslovenia y Bulgaria, donde respectivamente más de un tercio y dos quintos de la electricidad se genera mediante energía nuclear. Adoptar tecnologías avanzadas y marcos regulatorios favorables de estos países podría ayudar a Grecia a diversificar aún más su matriz eléctrica, fortaleciendo la estabilidad de su suministro de energía limpia y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles, que impactan negativamente al medio ambiente.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Grecia muestra un recorrido de avances y retrocesos. Desde 2001, la energía hidroeléctrica ha experimentado fluctuaciones, con un claro aumento en algunos años y caídas en otros, como en 2007 y 2011 cuando se redujo significativamente. A partir de 2013, se observa un crecimiento constante en la capacidad solar, consolidándose como una opción sólida para diversificar y fortalecer la generación limpia en el país. Hasta 2024, tanto solar como eólica han mostrado incrementos significativos, reflejando la determinación de Grecia por aumentar la participación de energía baja en carbono en su mix eléctrico.
Electrificación
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