En el período comprendido entre noviembre de 2024 y octubre de 2025, Grecia ha presentado un consumo de electricidad que se divide casi equitativamente entre fuentes de energía de combustibles fósiles y bajas en carbono. Más de la mitad, aproximadamente un 53%, de la electricidad generada proviene de combustibles fósiles, siendo el gas la fuente dominante con cerca del 42%. El petróleo y el carbón complementan este grupo con proporciones mucho menores de aproximadamente un 5% cada uno. En el ámbito de la energía baja en carbono, que representa algo menos de la mitad del mix energético, destaca la generación solar, que se sitúa alrededor del 21%, seguida muy de cerca por la eólica con un 20%. La proporción de la energía hidroeléctrica se sitúa en cerca del 5%, completando la contribución de fuentes limpias en el mix eléctrico del país.
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¿Está creciendo la electricidad en Grecia?
Si analizamos el crecimiento del consumo eléctrico en Grecia, los números revelan una tendencia preocupante de disminución. El consumo total de electricidad en 2025 se sitúa en 5363 kWh por persona, una reducción notable desde el récord histórico de 6261 kWh por persona de 2008. Esto representa un descenso de 898 kWh por persona. Además, la generación de electricidad baja en carbono también disminuyó ligeramente, alcanzando los 2539 kWh por persona en comparación con el máximo anterior de 2582 kWh por persona registrado en 2024. Esta disminución en la generación de energía limpia es motivo de preocupación y requiere atención para revertir la tendencia.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad limpia, Grecia podría considerar expandir su capacidad eólica y solar, dados los positivos niveles de generación que ya se están alcanzando en estos sectores. Países como Dinamarca, que logra un 49% de su electricidad a partir de la energía eólica, y regiones de los Estados Unidos como Iowa, podrían servir de referencia para mejoras en la generación eólica. Asimismo, Grecia podría considerar expandir la energía nuclear, inspirándose en países como Francia y Eslovaquia, donde la generación nuclear llega a cerca del 69% y 67%, respectivamente. Implementar políticas que favorezcan estas fuentes de energía ayudaría a asegurarse un suministro estable y sostenible de electricidad a largo plazo.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Grecia muestra fluctuaciones considerables, especialmente en el ámbito hidroeléctrico. En los años del 2000 al 2011, la generación hidroeléctrica experimentó varios altibajos, con descensos notables en 2001 (-1.4 TWh) y 2007 (-3.1 TWh), seguidos de aumentos en años como 2009 (1.5 TWh) y 2010 (1.8 TWh). A mediados de la década de 2010, se observa un auge significativo en la solar y eólica, con años como 2013 donde la solar creció en 2 TWh y en 2020 y 2022 cuando la energía eólica y solar incrementaron, cada una, en 2 TWh y 1.9 TWh. Este crecimiento es alentador, pero es crucial seguir enfocándose en estabilizar y fomentar la expansión de estas fuentes de energía limpia para garantizar un futuro energético sostenible para Grecia.