Austria ha logrado un notable avance en la generación de electricidad baja en carbono, obteniendo el 92.38% de su electricidad de fuentes limpias. De este porcentaje, la energía hidroeléctrica representa el 66.45%, la energía eólica el 13.88%, y la solar el 8.26%. Los combustibles fósiles, específicamente el gas, contribuyen con solo el 7.33%. Además, Austria es un importante exportador neto de electricidad, lo cual ayuda a los países vecinos a reducir sus emisiones. Sin embargo, el desafío que sigue es electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que requerirá un aumento considerable en la generación de electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Austria podría ampliar significativamente su capacidad de energía eólica y solar, tecnologías que ya están generando grandes cantidades de electricidad en el país. La expansión de parques eólicos y solares no solo ayudará a satisfacer la demanda adicional de electricidad sino que también contribuirá a la reducción de las emisiones de carbono. Además, Austria debería considerar la construcción de plantas nucleares, ya que esta es una fuente de energía limpia que puede proporcionar una cantidad constante y significativa de electricidad sin emisiones de carbono.
La historia de la electricidad baja en carbono en Austria muestra varios hitos. En la década de 1970, por ejemplo, la energía hidroeléctrica aumentó en 3.4 TWh en 1974 y en 4.5 TWh en 1977, aunque también experimentó una caída de 3.5 TWh en 1976. En los años 1980, destacó un aumento significativo de 4.9 TWh en 1987. Sin embargo, la variabilidad en las contribuciones de la energía hidroeléctrica continuó en las décadas siguientes, con notables disminuciones en 2003 (-6.7 TWh) y 2011 (-3.8 TWh), seguidas por un aumento sustancial de 10 TWh en 2012. Más recientemente, el periodo 2023/2024 ha visto un incremento de 5.2 TWh en la generación hidroeléctrica, reflejando el compromiso continuo de Austria con las fuentes de energía bajas en carbono.