Austria ha logrado un impresionante avance en su consumo de electricidad, consiguiendo que más del 90% de su demanda eléctrica provenga de fuentes de electricidad baja en carbono. Durante los meses comprendidos entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, el país se ha destacado por su significativo uso de energía hidroeléctrica, que representa más de dos tercios del total, seguido por la energía eólica y la solar, que juntas proporcionan más de una quinta parte. Sin embargo, Austria todavía depende de los combustibles fósiles en una pequeña proporción, aproximadamente el 7%, proveniente exclusivamente del gas. En el ámbito internacional, Austria se sitúa como un exportador neto importante de electricidad, contribuyendo así a la disminución de las emisiones de carbono en los países vecinos. El próximo desafío para el país será la electrificación de otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo cual requerirá un incremento considerable en la producción de electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Austria podría centrarse en expandir su capacidad de energía eólica. Dado que esta tecnología ya es una parte sustancial de su mix energético, ampliarla permitiría generar más electricidad de manera sostenible. Además, Austria podría también considerar aumentar su capacidad solar, aprovechando las innovaciones tecnológicas y el potencial de instalación en áreas urbanas y rurales. Tema aparte sería la consideración eventual de la energía nuclear como una opción a largo plazo, siendo una fuente de electricidad baja en carbono extremadamente eficiente y segura. Este enfoque no solo aseguraría la satisfacción de la futura demanda de electricidad, sino que también reafirmaría el compromiso del país en mantener su liderazgo en sostenibilidad.
Examinando la historia de la electricidad baja en carbono en Austria, la energía hidroeléctrica ha sido un pilar fundamental desde los años setenta. En 1974, la capacidad hidroeléctrica creció considerablemente, y los incrementos continuaron hasta el final de esa década. Hacia finales del siglo XX, el panorama era mixto, con altibajos notables; por ejemplo, se destacan un declive en 1990 y un aumento en 1999. Las primeras décadas del siglo XXI también mostraron varias fluctuaciones: en 2003 hubo una caída significativa, aunque seguida de recuperaciones en años posteriores, como en 2004 y 2009. Cabe resaltar el potente aumento de 2012, consolidado por un crecimiento más reciente en 2023/2024. Estas tendencias subrayan la importancia crítica de la energía hidroeléctrica en el desarrollo sostenible de Austria.