En el año 2024, Dinamarca ha logrado un notable avance en la utilización de fuentes de electricidad baja en carbono. Más de las tres cuartas partes de su electricidad provienen de fuentes limpias. La energía eólica representa más de la mitad de la generación eléctrica, situándose en alrededor del 52%. Los biocombustibles contribuyen con casi un 17%, y la energía solar aporta un significativo 10%. Por otro lado, los combustibles fósiles, incluyendo carbón y gas, son responsables de aproximadamente el 11% de la electricidad, lo que refleja un esfuerzo continuo por reducir las emisiones de carbono. Las importaciones netas también son relevantes, representando cerca del 10% del mix energético.
Para incrementar aún más la proporción de electricidad baja en carbono, Dinamarca debería considerar la expansión de sus capacidades de energía eólica y solar, dado que ya desempeñan un papel crucial en el suministro energético del país. Al observar modelos exitosos, Dinamarca podría aprender de Francia, que genera el 68% de su electricidad a partir de energía nuclear, un recurso de energía baja en carbono que ha demostrado ser eficaz en varios países europeos con características similares a Dinamarca, como Finlandia que obtiene el 38% de su electricidad de energía nuclear. La diversificación hacia más opciones bajas en carbono, incluida la energía nuclear, no solo garantizaría un suministro estable y limpio, sino que también reduciría la dependencia de combustibles fósiles, que son la principal causa de cambio climático y contaminación del aire.
La historia de la electricidad baja en carbono en Dinamarca ha sido un viaje de avances importantes, especialmente en la generación de energía eólica. Desde finales de la década de 1990 y a lo largo de los 2000, cada pocos años se registraron incrementos significativos en la capacidad eólica. En 2011 y 2014, las expansiones fueron notables con aumentos de aproximadamente 2 TWh cada uno. La última década continuó esta tendencia, con un aumento destacado en 2019 de 2.3 TWh y 3 TWh en 2022. La contribución de los biocombustibles también ha sido considerable, especialmente en 2010 y 2021. Además, la energía solar ha empezado a aumentar su participación recientemente, con incrementos en 2022 y 2023. Estos desarrollos subrayan el firme compromiso de Dinamarca con el desarrollo de fuentes de electricidad bajas en carbono.