En Eslovenia, la mayoría de la electricidad proviene de fuentes bajas en carbono, con más del 72% de la generación proveniente de estas tecnologías limpias. De esta proporción, la energía nuclear constituye casi la mitad, representando aproximadamente el 34%, mientras que la energía hidroeléctrica aporta un 33.5%. Por otro lado, los combustibles fósiles, que incluyen el carbón y el gas, aún representan cerca del 23% de la generación eléctrica, con el carbón siendo la mayor fuente dentro de esta categoría con cerca del 20%. Las importaciones netas de electricidad complementan el resto del suministro con un poco más del 5%, mientras que la energía solar genera un modesto 3%, mostrando potencial para crecimiento futuro.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Eslovenia podría centrarse en expandir su capacidad nuclear existente, ya que esta tecnología ya contribuye significativamente a la mezcla energética del país. Además, puede aprender de países similares y exitosos en la producción de energía baja en carbono. Por ejemplo, Eslovaquia genera un 60% de su electricidad a través de la energía nuclear, demostrando que es posible aumentar esta fuente sostenible. Asimismo, países como Lituania y Dinamarca han tenido éxito con la energía eólica, cubriendo hasta un 34% y un impresionante 59% de su demanda eléctrica, respectivamente, lo que muestra otro camino viable para diversificar y robustecer la matriz energética baja en carbono de Eslovenia.
A lo largo de las últimas décadas, la historia de la electricidad baja en carbono en Eslovenia muestra fluctuaciones. Desde 1991, la energía hidroeléctrica ha visto incrementos, especialmente en 2004 con un aumento de 1.1 TWh y en 2014 con 1.4 TWh, aunque también experimentó algunas caídas significativas, sobre todo en 2015 con una reducción de 2.3 TWh. La energía nuclear ha tenido su propio conjunto de desafíos, comenzando con una caída de 1 TWh en 1992. Aunque hubo años de recuperación como 1994 y 2014, también se presentaron declives, notablemente en el año 2012 y más recientemente en 2021. Es crucial que Eslovenia asegure un enfoque estratégico para mitigar estas reducciones y garantizar que sus fuentes de energía bajas en carbono prosperen en el futuro.