En Croacia, más de la mitad de la electricidad consumida proviene de fuentes bajas en carbono, alcanzando un 58%. La fuente más significativa dentro de este grupo es la energía hidroeléctrica, que representa el 35%. La energía eólica y los biocombustibles también contribuyen al suministro de electricidad baja en carbono con un 13% y un 5% respectivamente, mientras que la energía solar aporta un 4%. Por otro lado, los combustibles fósiles todavía representan un 21% del total de la electricidad, con el gas siendo el más predominante con un 17%, seguido por el carbón con un 4%. Las importaciones netas cubren alrededor del 21% del consumo interno, lo que señala una dependencia significativa de fuentes externas para satisfacer las necesidades eléctricas del país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Croacia podría centrarse en expandir su capacidad de energía eólica, dadas sus contribuciones actuales al suministro eléctrico. Aprender de países como Dinamarca, donde la energía eólica proporciona más de la mitad de su electricidad, podría ser particularmente beneficioso. En paralelo, Croacia debería explorar la posibilidad de desarrollar energía nuclear, tomando ejemplos de países vecinos como Eslovenia y Hungría, donde la energía nuclear representa más de una tercera parte de su generación eléctrica. Este enfoque sostenible permitiría a Croacia disminuir su dependencia de combustibles fósiles y reducciones significativas de emisiones de carbono, contribuyendo de forma activa a la lucha contra el cambio climático.
Históricamente, en Croacia, la energía hidroeléctrica ha visto variaciones significativas en su contribución a la generación total de electricidad. Durante la década de los 90, la producción hidroeléctrica experimentó subidas y bajadas, como se reflejó en 1991 y 1996 con aumentos notables. A principios de la década de 2000, la tendencia continuó oscilando, con incrementos considerables en 2004 y 2010, contrastados por descensos significativos, especialmente en 2011. En la última década, aunque han persistido ciertos desafíos, se destacaron los aumentos en los años 2013 y 2023, mostrando un potencial consistente en el uso de la energía hidroeléctrica en el mix energético del país.