En 2024, la generación de electricidad en Croacia presenta un panorama mixto en cuanto a su cuota de fuentes bajas en carbono y combustibles fósiles. Más de la mitad de la electricidad, específicamente un 62.57%, proviene de fuentes bajas en carbono, lo que muestra un firme compromiso con la reducción de emisiones y la promoción de formas de energía más limpias. La mayor parte de esta electricidad baja en carbono es generada por energía hidroeléctrica, representando un 38.91%. Además, se observa una contribución significativa de la energía eólica con un 16.28%, y aunque las energías renovables sin especificar y la solar representan cifras menores, contribuyen al mix de energía limpia. En contraste, los combustibles fósiles todavía representan un 22.42% de la generación eléctrica, con el gas como el principal contribuyente. La electricidad importada representa un 15.01%, lo cual podría ser una oportunidad para aumentar la autosuficiencia mediante la ampliación de soluciones limpias internamente.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Croacia puede centrarse en expandir sus capacidades en energía eólica, dado su éxito ya visible en este ámbito. Además, podría considerar el desarrollo de energía nuclear, una fuente fiable y poco contaminante, aprendiendo de países europeos cercanos como Eslovaquia y Bulgaria, donde la energía nuclear representa una parte significativa de su matriz energética. Otra lección podría venir de países como Grecia y España que han logrado avances significativos en energía solar, lo que podría complementar al viento en Croacia durante los meses menos ventosos. Implementar estas estrategias no solo aumentaría la cuota de electricidad limpia, sino que también podría disminuir su dependencia de las importaciones y reducir la emisión de gases contaminantes generada por los combustibles fósiles.
La historia de la electricidad baja en carbono en Croacia, especialmente la hidroeléctrica, ha sido un vaivén de aumentos y disminuciones a lo largo de las últimas décadas. En los años 90, se observó una fluctuación frecuente en la generación hidroeléctrica, con un notable incremento en 1996 y una reducción importante en 1997. Durante la primera década del siglo XXI, esta tendencia continuó con aumentos en los años 2004 y 2009, seguidos de una caída en 2007. En la última década, la hidroeléctrica mostró aumentos significativos en años como 2013 y descensos en 2015. Estos altibajos destacan la importancia de diversificar la matriz energética más allá de la dependencia hidroeléctrica y apuntan hacia la necesidad de estructurar un plan estable que incluya la implementación de otras tecnologías bajas en carbono como la eólica, solar y nuclear para un futuro energético más sostenible y seguro en Croacia.