Suecia ha logrado un hito impresionante en términos de consumo de electricidad, obteniendo casi el 97% de su electricidad de fuentes bajas en carbono. De estas fuentes, la energía hidroeléctrica representa aproximadamente el 40%, y la energía nuclear y eólica proporcionan más de la mitad combinadas, con un 29% y un 26% respectivamente. La energía solar contribuye con poco más del 1%, pero aún así es parte de este esfuerzo limpio y verde. Gracias a esta infraestructura de energía baja en carbono, Suecia no solo satisface la mayoría de sus necesidades de electricidad de manera sostenible, sino que también es un exportador neto de electricidad, lo que ayuda a las regiones vecinas a reducir sus emisiones. Sin embargo, para afrontar el futuro, Suecia se enfrenta al desafío de electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que demandará aún más electricidad.
¿Está creciendo la electricidad en Suecia?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en Suecia, los datos muestran un descenso desde el récord histórico de 2001. El último registro de consumo eléctrico es de aproximadamente 15,164 kWh por persona, lo que representa una disminución de más de 3,000 kWh por persona desde 2001. De manera similar, la generación de electricidad baja en carbono ha disminuido en casi 2,800 kWh por persona en comparación con el récord anterior del mismo año. Esta tendencia refleja una falta de crecimiento que podría preocupar dado el aumento esperable en la demanda de electricidad debido a la electrificación de más sectores económicos.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Suecia debe considerar expandir aún más su infraestructura nuclear y eólica, dado que ya generan una parte considerable de su electricidad. La inversión en estas áreas podría garantizar un incremento sostenible en la capacidad de generación, haciendo frente a los retos energéticos futuros. Al fortalecer la capacidad de generación nuclear y eólica, Suecia no solo podrá satisfacer la creciente demanda interna, sino también continuar siendo un líder exportador de energía limpia.
Historia
A lo largo de las últimas décadas, Suecia ha experimentado fluctuaciones en su producción de electricidad baja en carbono. En la década de 1980, las adiciones a la energía nuclear impulsaron el crecimiento, con aumentos significativos en 1981 y 1986. Sin embargo, la década de 1990 observó algunas caídas en la producción nuclear, especialmente en 1992 y a principios de los 2000, como en el año 2000. Luego, en la década de 1990 y principios del 2000, la energía hidroeléctrica también tuvo fluctuaciones significativas, con disminuciones pronunciadas en 1994, 2002, y 2003, aunque fueron parcialmente compensadas por picos como el de 1997. En los años más recientes, en 2020, la energía nuclear experimentó una caída notable, lo que subraya la necesidad crítica de enfoques estratégicos en la planificación de la capacidad de electricidad baja en carbono. En resumen, abordar estos desafíos de capacidad con un enfoque hacia la expansión nuclear y eólica será esencial para que Suecia continúe liderando el camino hacia un futuro energético sostenible.
Electrificación
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