Suecia ha logrado un hito en la generación de electricidad baja en carbono, alcanzando un sorprendente 95.32% en 2023, significativamente mayor que la generación de energía a partir de combustibles fósiles. En términos de generación por tipo de energía, la energía hidroeléctrica representa el 42.44%, seguida de cerca por la energía nuclear con un 30.02% y la energía eólica con un 22.03%. Además, Suecia es una importante exportadora neta de electricidad, lo que ayuda a los países vecinos a reducir sus emisiones. Sin embargo, queda por enfrentar el desafío de electrificar otros sectores, como el transporte, la calefacción y la industria, lo que requerirá aún más electricidad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Suecia podría considerar la expansión de la energía nuclear y la energía eólica, ya que estas tecnologías bajas en carbono ya generan grandes cantidades de electricidad en el país. La expansión de estas instalaciones existentes podría proporcionar un aumento significativo en la generación de electricidad limpia, ayudando a alcanzar los objetivos climáticos y a electrificar otros sectores de la economía.
La historia de la electricidad baja en carbono en Suecia ha sido particularmente volátil para la energía nuclear y la energía hidroeléctrica. En la década de 1980, la generación de energía nuclear aumentó, con un incremento de 11.2 TWh en 1981 y 11.4 TWh en 1986. Sin embargo, en 1992 hubo una significativa disminución de 13.2 TWh. Asimismo, la energía hidroeléctrica ha experimentado varias fluctuaciones, con aumentos y disminuciones notables a lo largo de los años. Es crítico que Suecia mantenga y expanda su generación de energía nuclear y eólica, dadas las importantes reducciones en la generación de energía nuclear que ocurrieron en las décadas siguientes al siglo XXI.