En Finlandia, la situación actual del consumo de electricidad es altamente favorable en términos de sostenibilidad, ya que más del 92% de la electricidad proviene de fuentes bajas en carbono. Destaca la energía nuclear, que aporta alrededor del 41%, seguida de la energía hidroeléctrica con un 18% y la energía eólica cercana al 18%. Los biocombustibles también contribuyen con aproximadamente el 14%. En contraste, los combustibles fósiles representan menos del 6% del total, con el carbón apenas alcanzando el 2% y las importaciones netas rondando el 2%. Este considerable dominio de fuentes limpias en la generación eléctrica marca un importante logro en la lucha contra el cambio climático y la contaminación del aire.
Para incrementar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Finlandia debería enfocarse en la expansión de las tecnologías ya exitosas en el país, como la energía nuclear y la eólica. La construcción de nuevas plantas nucleares y la ampliación de las existentes permitiría una generación estable y considerable de electricidad limpia. De igual manera, aprovechar el potencial del viento, mediante la instalación de más parques eólicos, contribuiría significativamente a satisfacer la futura demanda. Estos esfuerzos serían cruciales para electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Finlandia muestra un progreso notable. En los primeros años de la década de 1980, el país experimentó un fuerte impulso con un aumento de 7.4 TWh en la generación nuclear y 4 TWh en la hidroeléctrica en 1981. Durante los años 90, la energía hidroeléctrica fluctuó, destacándose en 1991 con un incremento de 2.3 TWh y nuevamente en 1998 con 2.8 TWh, aunque también hubo disminuciones significativas posteriormente. En las últimas décadas del siglo XXI, la energía eólica ha ganado terreno, con aumentos destacables en 2020 y 2022, de 2.3 TWh y 3.2 TWh respectivamente. La reciente expansión de la nuclear en 2023, con un incremento de 8.6 TWh, y de la eólica con 2.9 TWh subraya el compromiso de Finlandia con las fuentes de energía baja en carbono.