En 2023, el estado del consumo de electricidad en Bélgica muestra una notable preferencia por las fuentes de energía baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad, específicamente un 72%, proviene de fuentes limpias. El componente más significativo dentro de estas es la energía nuclear, que aporta casi un 40%. La energía eólica también desempeña un papel importante, contribuyendo con alrededor del 18% del suministro eléctrico. La energía solar proporciona aproximadamente un 9%, mientras que los biocombustibles representan cerca del 5%. Por otro lado, los combustibles fósiles siguen representando una cuarta parte de la electricidad generada en el país, con el gas como el principal contribuyente con un 20%. Las importaciones netas aportan cerca del 2% de la electricidad total del país.
Para incrementar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Bélgica debería considerar la expansión de sus capacidades nucleares y eólicas, ya que ambas tecnologías ya generan cantidades significativas de electricidad en el país. Mirando el éxito de otros países, Bélgica puede aprender de Francia, donde el 65% de la electricidad proviene de energía nuclear, y de Eslovaquia y Ucrania, donde la energía nuclear representa el 62% y el 55% respectivamente. Asimismo, podría beneficiarse de la experiencia de Dinamarca, donde la energía eólica proporciona un impresionante 53% de la electricidad, y de Irlanda y Uruguay, donde la energía eólica también tiene una presencia considerable con un 32% y un 35% respectivamente. Aprender de estos ejemplos puede ayudar a Bélgica a reforzar y ampliar sus infraestructuras nucleares y eólicas.
A lo largo de la historia, la generación de electricidad baja en carbono en Bélgica ha experimentado varios cambios. En la década de 1970 y principios de la década de 1980, Bélgica incrementó significativamente su capacidad nuclear con aumentos notables en 1975, 1976, 1983 y 1984. Sin embargo, a partir de la década de 1990 varios años, especialmente 2012, 2014 y 2015, registraron importantes decrementos en la producción nuclear. A pesar de estas fluctuaciones, en 2016 y 2019 hubo recuperaciones significativas. La energía eólica también ha ganado terreno, particularmente en 2020 y 2023. Estos altibajos en la producción nuclear destacan la necesidad de una expansión y estabilidad en esta fuente de energía para asegurar un suministro eléctrico limpio y constante en el futuro.