En Bélgica, el consumo de electricidad en 2024 se caracteriza principalmente por una combinación significativa de fuentes de energía baja en carbono y combustibles fósiles. Más de dos tercios de la electricidad provienen de fuentes bajas en carbono, con la energía nuclear contribuyendo notablemente con más de un tercio del total. La energía eólica y solar también forman parte crucial de la generación eléctrica baja en carbono, sumando casi un 27% en conjunto. Sin embargo, todavía casi una quinta parte de la electricidad en Bélgica se genera a partir de gas, un combustible fósil. Las importaciones netas de electricidad suponen un poco más del 11%, lo que indica cierta dependencia del suministro externo.
¿Está creciendo la electricidad en Bélgica?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad, los números más recientes muestran una tendencia preocupante a la baja en Bélgica. El consumo total per cápita en 2024 es de 7182 kWh, significativamente menor que el récord histórico de 9079 kWh alcanzado en 2006. Esto representa una caída de alrededor de 1900 kWh por persona. En particular, la generación de electricidad baja en carbono también ha disminuido en comparación con su récord de 2021, con una diferencia de aproximadamente 1350 kWh por persona. Estas cifras reflejan una reducción tanto en el consumo total de electricidad como en la generación de energía baja en carbono, lo que es motivo de preocupación para el desarrollo sostenible y la descarbonización del sistema eléctrico.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Bélgica puede beneficiarse al expandir su infraestructura nuclear y las capacidades eólicas y solares, ya que estas tecnologías ya están bien establecidas en el país. Tomando ejemplos de regiones exitosas, podemos observar que Francia y Eslovaquia generan más de la mitad de su electricidad a partir de energía nuclear, lo que podría inspirar una mayor inversión en esta área en Bélgica. En términos de energía eólica, Dinamarca lidera con el 52% de su electricidad, siendo un modelo a seguir para optimizar la producción eólica en Bélgica. Además, en el ámbito solar, aunque menos prominente a escala global, lugares como el Líbano han demostrado que es posible tener una contribución significativa de esta fuente, lo que Bélgica podría imitar para complementar sus otras fuentes limpias.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Bélgica muestra períodos de crecimiento y algunos significativos declives en la energía nuclear. Durante las décadas de 1970 y 1980, la capacidad nuclear experimentó un respaldo notable, con varios incrementos importantes en producción. Sin embargo, a partir de 2012, hubo una serie de descensos significativos en la generación nuclear, destacando caídas persistentes hasta el año reciente 2022. Después de algunos repuntes temporales, ha sido preocupante la tendencia declinante en los últimos tiempos. Por el contrario, la energía eólica comenzó a convertirse en un sector emergente, especialmente desde 2020, mostrando incrementos que son prometedores para su futuro. Sin embargo, para asegurar un sistema eléctrico resiliente y limpio, es esencial que Bélgica fortalezca su compromiso con el crecimiento de todas las formas de energía baja en carbono, especialmente nuclear y solar, para disminuir su dependencia de los combustibles fósiles y reducir su huella de carbono.
Electrificación
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