En el período comprendido entre agosto de 2024 y julio de 2025, el estado actual del consumo de electricidad en México muestra una dependencia significativa de los combustibles fósiles. Más de dos tercios de la electricidad se genera a partir de estos, siendo el gas el componente principal con casi un 59%, seguido del carbón con un 8% y el petróleo con algo más de un 5%. En contraste, la generación de electricidad de fuentes bajas en carbono representa alrededor del 24%, siendo la energía hidroeléctrica la fuente más importante dentro de esta categoría con un poco más del 7%. La energía solar y eólica contribuyen cada una con alrededor del 6%, mientras que la energía nuclear aporta un modesto 3%. Este panorama indica una marcada necesidad de aumentar la participación de energías limpias para mitigar la dependencia en las fuentes fósiles.
¿Está creciendo la electricidad en México?
En cuanto al crecimiento del consumo de electricidad en México, los datos recientes presentan una imagen preocupante. En 2025, el consumo total de electricidad por persona es de 2761 kWh, marcan do una ligera disminución en comparación con el récord de 2024 de 2788 kWh personificados. Esta reducción indica un estancamiento en el crecimiento, lo cual es alarmante para un país que busca modernizar su infraestructura energética. Además, la producción de electricidad baja en carbono también ha disminuido, con la última cantidad registrada de 667 kWh por persona, inferior al récord de 736 kWh de 2021. Estos números destacan la urgente necesidad de revitalizar el crecimiento de la energía limpia en la nación.
Sugerencias
Para superar estos desafíos y aumentar la generación de electricidad baja en carbono, México podría aprender de otros países y regiones que han implementado con éxito tecnologías sostenibles. Francia y Eslovaquia demuestran cómo priorizar la energía nuclear puede llevar a que más de la mitad del suministro eléctrico provenga de esta fuente limpia. Estados estadounidenses como Iowa y Dakota del Sur muestran el potencial de la energía eólica, alcanzando participaciones que superan el 60% de su generación eléctrica. Además, el uso creciente de la energía solar, como se observa en países como Chile y regiones como los Emiratos Árabes Unidos, resalta la capacidad de esta tecnología para contribuir significativamente a las necesidades energéticas. México debería seguir ejemplos similares, expandiendo tanto su capacidad solar como nuclear, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro energético más sostenible.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en México ha visto fluctuaciones a lo largo de las décadas. En los años ochenta, aunque se experimentó un crecimiento inicial en energía hidroeléctrica, también hubo años de declive. Las décadas siguientes no mostraron claramente un patrón de crecimiento continuo debido a la variabilidad en la generación hidroeléctrica. Sin embargo, a partir de 2020 se observa un renacimiento en el uso de energía solar, aunque la reciente caída en biocombustibles en 2025 muestra que todavía hay desafíos por superar. Dadas las oportunidades que las tecnologías bajas en carbono ofrecen en la actualidad, es crucial que México aproveche las experiencias positivas de otras regiones para construir un sistema eléctrico robusto y sostenible, especialmente mediante la expansión de energía solar y nuclear.
Electrificación
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