En el año 2024, la generación de electricidad en México muestra una clara dependencia de los combustibles fósiles, que representan cerca del 75% del total, con el gas siendo la fuente predominante al abarcar más del 60%. Por otro lado, las fuentes de electricidad baja en carbono representan poco más de una cuarta parte del total. Dentro de estas fuentes limpias, la solar contribuye con casi un 8%, mientras que la energía eólica y la hidroeléctrica se sitúan en alrededor de 6% cada una. La energía nuclear representa aproximadamente el 3%, mientras que los biocombustibles apenas contribuyen con casi el 2%. Este escenario refleja una necesidad urgente de aumentar el uso de tecnologías de baja en carbono para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire.
¿Está creciendo la electricidad en México?
En cuanto al consumo de electricidad per cápita, México ha experimentado un pequeño aumento, alcanzando 2788 kWh por persona en 2024, en comparación con el récord anterior de 2757 kWh por persona en 2023. Este incremento de 30 kWh por persona muestra un modesto crecimiento hacia mayores niveles de electrificación. Sin embargo, el hecho de que la generación de electricidad baja en carbono haya disminuido, pasando de 736 kWh por persona en 2021 a 700 kWh en 2024, es motivo de preocupación. Aunque el consumo general está aumentando, la caída en la generación baja en carbono indica que este crecimiento se está apoyando principalmente en combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático y a la contaminación ambiental.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono en México, se pueden observar ejemplos exitosos a nivel mundial. La expansión de la energía solar y nuclear debería ser prioritaria. Países como Francia, con un 68% de generación eléctrica proveniente de nuclear, demuestran el potencial de esta fuente en reducir la dependencia de combustibles fósiles. Asimismo, estados de EE. UU. como Iowa y Dakota del Sur, que alcanzan más del 59% de su electricidad a partir de energía eólica, muestran el camino a seguir. México podría beneficiarse al diversificar su matriz energética e invertir significativamente en infraestructuras solares y nucleares, aprendiendo de estas regiones que han logrado una transición hacia energías más limpias y sustentables.
Historia
A través de los años, la historia de la generación eléctrica baja en carbono en México ha sido mixta. En la década de los años 80, la energía hidroeléctrica experimentó fluctuaciones significativas, con incrementos en 1981 y 1985, pero una marcada caída en 1986. Los años 90 fueron testigos de otro ciclo de subidas y bajadas, destacando un fuerte aumento en 1999. En la última década, el crecimiento de la energía solar ha cobrado impulso, especialmente desde 2019, con incrementos notables en 2020 y 2023. Sin embargo, los recientes descensos en la generación hidroeléctrica en 2019 y 2023, respectivamente, subrayan la necesidad de una política energética más estable y orientada a la expansión de tecnologías de baja carbono de forma consistente. México podría fortalecer su sector eléctrico apoyando a la energía nuclear y solar, asegurando así un futuro energético más limpio y sustentable.
Electrificación
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