En 2022, el consumo de electricidad en Togo representa un pequeño porcentaje en comparación con el promedio mundial de 3606 vatios por persona, lo que indica niveles significativamente bajos de generación eléctrica. Más de la mitad del suministro eléctrico en Togo proviene de combustibles fósiles, mientras que menos de la mitad se genera a través de fuentes bajas en carbono, como la energía hidroeléctrica. Esta dependencia de los combustibles fósiles no solo afecta negativamente al medio ambiente al aumentar las emisiones de carbono, sino que también limita el acceso a una fuente de energía sostenible y económica para muchos togoleses. La baja generación de electricidad puede contribuir a un crecimiento económico lento, un acceso limitado a servicios esenciales como la educación y la asistencia sanitaria, y dificultades para atraer inversiones extranjeras.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Togo puede estudiar la experiencia de países que han logrado incrementar significativamente su generación a partir de fuentes limpias. China, por ejemplo, ha logrado producir cantidades masivas de electricidad tanto a partir de la energía eólica como solar, lo cual podría servir como ejemplo para aumentar la instalación de capacidad fotovoltaica y eólica en Togo. Además, India ha realizado progresos notables en la expansión de la energía solar, un enfoque que Togo podría emular dada su ubicación geográfica cercana y condiciones climáticas favorables. Los programas de financiamiento internacional y las asociaciones público-privadas podrían facilitar esta transición al proporcionar inversiones y transferencias tecnológicas necesarias para desarrollar estas infraestructuras.
El historial de producción de electricidad baja en carbono en Togo ha estado marcado principalmente por fluctuaciones en su capacidad hidroeléctrica desde 1990. En la década de 1990, la generación hidroeléctrica experimentó pequeños incrementos casi interrumpidos, seguidos de una década de estabilidad relativa, donde los cambios en la producción alcanzaron solo décimas de teravatios hora. A partir de 2010 se observaron pequeñas variaciones, pero sin un incremento sostenido. Sin embargo, en 2021, Togo dio un paso hacia la diversificación de sus fuentes de energía baja en carbono al no registrar cambios en la generación solar, sugiriendo una posible estabilización o búsqueda de equilibrio entre diferentes fuentes energéticas. Para avanzar, sería valioso no solo continuar expandiendo la energía solar, sino también considerar la integración de tecnologías eólicas y nucleares que han mostrado ser exitosas y sostenibles en muchos países de todo el mundo.