En 2022, el consumo de electricidad en Sudán alcanzó un total de aproximadamente 17.9 TWh. De esta cantidad, una ligera mayoría, alrededor de 11 TWh, fue generada a través de fuentes de electricidad baja en carbono, específicamente energía hidroeléctrica. El resto, unos 7 TWh, provino de combustibles fósiles. Comparado con el promedio mundial de consumo de electricidad, que es de aproximadamente 3638 vatios por persona, Sudán se encuentra significativamente rezagado. Este bajo nivel de generación eléctrica puede tener varios efectos adversos, incluyendo limitaciones en el desarrollo industrial, educación y servicios de salud, así como una mayor dependencia de fuentes contaminantes que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Sudán podría tomar ejemplo de algunos países que han logrado avances significativos en este ámbito. Por ejemplo, China ha experimentado un gran éxito en la generación de electricidad a través de la energía solar y eólica, con más de 700 y 1000 TWh, respectivamente. Esto demuestra el potencial de estas tecnologías en climas variados y su capacidad para escalar rápidamente. Asimismo, Brasil ha destacado en el aprovechamiento de la energía eólica, generando más de 100 TWh, con un enfoque en la infraestructura que utiliza sus recursos naturales de manera eficaz. Sudán podría considerar la adopción de estas tecnologías de energía limpia para diversificar su mix energético y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
La historia de la electricidad baja en carbono en Sudán muestra un enfoque constante en la energía hidroeléctrica, que ha visto varios incrementos significativos en las últimas décadas. A principios de la década de 1980, las mejoras en la generación hidroeléctrica fueron más modestas, con aumentos de entre 0.1 y 0.2 TWh. Sin embargo, a finales de la década de 2000, particularmente en 2009 y 2010, se registraron aumentos notables de 1.8 y 2.9 TWh, respectivamente, lo que indica una fase de expansión importante. Más recientemente, el crecimiento ha sido más moderado, aunque constante, con algunos retrocesos ocasionales. Esta trayectoria refleja un compromiso continuo con el desarrollo de la energía hidroeléctrica, aunque sugiere la necesidad de diversificar hacia otras fuentes de energía limpia para asegurar el suministro futuro.