Mozambique ya obtiene más de cuatro quintas partes (82.39%) de su electricidad de fuentes bajas en carbono, lo cual es un logro significativo en su camino hacia un futuro energético sostenible. La mayor parte de esta electricidad baja en carbono proviene de la energía hidroeléctrica, con un 81.44% del total. En contraste, los combustibles fósiles representan solo una pequeña fracción, específicamente el 17.61%, con el gas natural siendo el mayor contribuyente en este grupo con un 16.67%. Además, Mozambique es un exportador neto de electricidad, ayudando a los países vecinos a reducir sus propias emisiones. El siguiente reto consiste en electrificar otros sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo que requerirá una expansión significativa de su capacidad de generación eléctrica.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Mozambique debería considerar varias estrategias. Primero, podría continuar expandiendo su capacidad hidroeléctrica dada la abundancia de recursos hídricos en el país. Sin embargo, diversificar sus fuentes de energía baja en carbono sería crucial para garantizar una red eléctrica robusta. En este sentido, invertir en energía eólica y solar puede ofrecer soluciones viables, especialmente dado el buen potencial solar y eólico del país. Además, la construcción de plantas de energía nuclear puede proporcionar una fuente constante y de bajo carbono de electricidad, complementando así las energías hidroeléctrica, eólica y solar, y asegurando una mayor fiabilidad en el suministro eléctrico.
La historia de la electricidad baja en carbono en Mozambique muestra fluctuaciones importantes a lo largo de las décadas. En los primeros años de la década de 1980, se observó una significativa disminución en la generación hidroeléctrica, con una reducción notable de -9.7 TWh en 1981. Sin embargo, hacia finales de los años 90 y principios del nuevo milenio, hubo un repunte en la producción, con incrementos de 5.9 TWh en 1998, y continuando con subidas más modestas en los años siguientes. A partir de 2005, se observó un período de relativa estabilidad con pequeños incrementos y decrementos, y una notable serie de intentos para estabilizar la producción en la última década del siglo 21. Sin embargo, la generación hidroeléctrica experimentó algunos descensos entre 2012 y 2017, pero logró recuperarse en 2019 con un aumento de 1 TWh. Este recorrido histórico resalta tanto los desafíos como los éxitos de Mozambique en su camino hacia una generación eléctrica mayoritariamente baja en carbono.