En Burkina Faso, el consumo de electricidad en 2022 mostró un panorama bastante limitado en comparación con el promedio global. La electricidad generada a partir de fuentes limpias, como la energía hidroeléctrica y solar, representa menos de un tercio del total utilizado, siendo el resto mayoritariamente de combustibles fósiles o importaciones netas que superan ligeramente los 1,5 TWh. Dada la baja capacidad de generación interna y la dependencia de importaciones, la disponibilidad de electricidad por persona en Burkina Faso es considerablemente inferior al promedio mundial de 3638 vatios/persona. Esto puede tener efectos adversos en el desarrollo económico y social, afectando el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, y limitando el crecimiento industrial y tecnológico del país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Burkina Faso podría considerar ejemplos exitosos de otros países. Por ejemplo, la República Popular de China ha desarrollado enormemente su capacidad de generación eólica y solar, alcanzando más de 1000 TWh y 700 TWh, respectivamente. India también ha logrado avances significativos, especialmente en energía eólica y solar. Las características climáticas y geográficas de Burkina Faso podrían favorecer un enfoque similar, ampliando su infraestructura para energía solar dada su abundancia de luz solar, y explorando el potencial de la energía eólica. Además, aunque actualmente no se utiliza energía nuclear en Burkina Faso, países como Francia y Brasil han aprovechado esta fuente para generar grandes cantidades de electricidad limpia.
Históricamente, la producción de electricidad baja en carbono en Burkina Faso ha mostrado un crecimiento lento y poco sostenido. En la década de 1990, hubo un ligero incremento en la generación hidroeléctrica, pero los años siguientes se caracterizaron por una estabilidad sin cambios significativos hasta recientes incrementos muy modestos. La energía solar comenzó a ganar terreno en 2018 con un pequeño aumento, lo que sugiere un posible punto de partida para futuras inversiones en tecnología solar. Sin embargo, la falta de continuidad y crecimiento sostenido pone de manifiesto la necesidad de una estrategia clara y decidida para diversificar y aumentar la proporción de electricidad limpia en el mix energético del país.