En 2022, el consumo de electricidad en Malawi se caracterizó por su dependencia en gran medida de la energía hidroeléctrica, con más de 1 TWh generados a partir de esta fuente baja en carbono. Junto con pequeñas contribuciones de biocombustibles y solar, la generación total de electricidad baja en carbono en el país alcanzó aproximadamente 1.27 TWh. Comparado con el promedio mundial de generación de electricidad, que es de 3606 watts por persona, Malawi tiene uno de los niveles más bajos de generación eléctrica per cápita. Este déficit significativo en la producción de electricidad puede llevar a restricciones importantes en el desarrollo social y económico, dificultando el acceso a servicios esenciales y obstaculizando el crecimiento industrial.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Malawi podría expandir su capacidad solar existente, dado que este tipo de tecnología ya está proporcionando un aporte significativo en el país. Aprender de los exitosos esfuerzos de países como India, que generó 125 TWh a partir de solar en 2022, ofrece un valioso ejemplo para Malawi. China también es un líder en energía solar, con 653 TWh generados, mostrando cómo una inversión estratégica en estas energías puede transformar el paisaje energético. El éxito en aumentar la generación solar podría verse complementado por el desarrollo en energías eólica y posiblemente nuclear, diversificando así la matriz energética del país.
La historia de la electricidad baja en carbono en Malawi refleja un crecimiento constante pero moderado en energía hidroeléctrica desde la década de los noventa. El pequeño incremento en energía hidroeléctrica en años como 1992, 1997, y varios otros hasta comienzos de la década de 2000, ilustra un lento pero consistente aumento. Sin embargo, se han observado ligeros descensos en más recientes años, como en 2017 y 2018, representando desafíos que Malawi enfrenta en mantener y expandir estas fuentes limpias. En 2019, se vio un pequeño pero importante desarrollo con la introducción de la energía solar, lo que señala un rumbo positivo hacia la diversificación y expansión de la oferta de electricidad baja en carbono.