En 2022, el consumo de electricidad en Liberia es significativamente limitado en comparación con el promedio global. La mayoría de la producción de electricidad en el país proviene de fuentes de baja emisión de carbono, en este caso principalmente energía hidroeléctrica, representando más de la mitad de su generación total. Esta dependencia casi total de la energía hidroeléctrica, sin embargo, apenas contribuye a la oferta energética general del país. La utilización de combustibles fósiles es casi inexistente, lo que indica bajos niveles de contaminación del aire, pero tal factibilidad no se traduce en un acceso suficiente a la electricidad para la población. En comparación con el consumo global promedio de 3606 vatios por persona, el nivel de generación eléctrica en Liberia es notablemente bajo, lo cual podría obstaculizar el desarrollo económico y limitar el acceso a servicios esenciales, afectando así la calidad de vida de sus habitantes.
Para aumentar la generación de electricidad de baja emisión de carbono, Liberia podría mirar ejemplos exitosos de otros países. La inversión en energía eólica y solar podría ser particularmente prometedora, ya que son versátiles y pueden ser adaptadas a las condiciones locales. Brasil, por ejemplo, ha logrado avances significativos en la energía eólica, generando 97 TWh, y en solar, lo cual indica que países con recursos similares pueden alcanzar logros notables en poco tiempo. Aunque Liberia no ha incursionado en la energía nuclear todavía, vale la pena considerar los beneficios de esta fuente energética, como lo demuestran Francia y Estados Unidos, quienes tienen contribuciones significativas en su mix energético a través de la energía nuclear. Al seguir estos ejemplos, Liberia podría diversificar su matriz energética y mejorar el acceso a electricidad limpia y sostenible para su población.
El desarrollo de la electricidad de baja emisión de carbono en Liberia ha tenido una historia mayormente estable, pero con poca diversificación o crecimiento significativo. En la década de 1980, la producción de energía hidroeléctrica permaneció sin cambios notables, excepto una ligera disminución de 0.1 TWh en 1984 y un repunte del mismo tamaño en 1985. Después de una pausa que se extendió hasta 2020, hubo un aumento de 0.5 TWh en hidroeléctrica, pero los años siguientes no mostraron más crecimiento. Para que Liberia pueda alcanzar una mayor estabilidad y aumentar su capacidad, sería necesario centrarse en nuevas inversiones y tecnologías, especialmente en eólica y solar, siguiendo los pasos de otras naciones que han maximizado sus recursos naturales para expandir su mix de baja emisión de carbono. Esto no solo contribuiría a un suministro eléctrico más seguro y limpio, sino también a la mitigación del cambio climático al reducir la dependencia de los combustibles fósiles.