En el año 2023, el consumo de electricidad de Liberia es más que bajo comparado con el promedio global. Mientras el mundo consume un promedio de 3813 kWh por persona, Liberia apenas supera los 70 kWh por persona, lo cual representa solo una pequeña fracción. La mayoría de esta electricidad proviene de energías fósiles, con la baja disponibilidad de energía baja en carbono siendo una preocupación notable. Estos niveles restringidos de generación eléctrica pueden tener múltiples efectos negativos para el país, como limitar el desarrollo económico, dificultar el acceso a tecnología moderna y servicios básicos, y afectar la calidad de vida de sus habitantes.
¿Está creciendo la electricidad en Liberia?
Al observar la evolución del consumo de electricidad, se nota una alarmante reducción desde el año 1980, cuando el consumo alcanzaba los 466 kWh por persona. La caída al nivel actual significa una disminución de casi 400 kWh por persona. La generación de electricidad baja en carbono también ha sufrido una caída, pasando de 155 kWh en 1980 a solo 24 kWh por persona en la actualidad. Esto indica un retroceso considerable en la adopción de tecnologías limpias, lo cual es preocupante dado el contexto global en el que muchos países están avanzando hacia fuentes de energía más sostenibles.
Sugerencias
Para mejorar su generación baja en carbono, Liberia puede tomar inspiración de países que han logrado avances significativos en energías limpias. Aunque China y Estados Unidos lideran el camino con avances en energía eólica y solar, países como Brasil, con su impresionante generación eólica y solar, presentan un ejemplo más cercano en términos de recursos naturales y condiciones similares. Adaptando tecnologías como la solar, que ha demostrado ser efectiva en países con climas similares, y considerando inversiones en infraestructura nuclear, Liberia podría aumentar su generación limpia y así avanzar hacia un futuro más sustentable.
Historia
A través de los años, la historia de la electricidad baja en carbono en Liberia se ha centrado casi exclusivamente en la energía hidroeléctrica. Desde la década de 1980 hasta casi finales de la misma, no hubo cambios significativos en su generación. Sin embargo, en 1984, hubo una ligera disminución de 0.1 TWh, que fue rápidamente recuperada en 1985. En el siglo XXI, un pequeño incremento se observó en 2018 también de 0.1 TWh, pero desde entonces, la generación de energía hidroeléctrica ha permanecido estancada. Esta falta de avance es crítica, y subraya la necesidad urgente de inversión y desarrollo en otras formas de energía baja en carbono para cumplir con las demandas futuras del país.