Electricidad en Eritrea en 2023
En 2023, el consumo de electricidad en Eritrea es muy bajo al compararlo con el promedio mundial. Con solo 127 kWh por persona al año, la electricidad en Eritrea representa menos de una vigésima parte de la media global de 3649 kWh. Esta cifra tan baja implica que mucha de la población tiene un acceso limitado o nulo a la electricidad, lo cual puede dificultar su desarrollo económico y social. Dentro de su mix energético, la generación baja en carbono apenas alcanza los 14 kWh por persona, lo cual es una pequeña fracción del total. La mayor parte de la electricidad generada en Eritrea proviene de combustibles fósiles, lo que contribuye a la contaminación del aire y al cambio climático.
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¿Está creciendo la electricidad en Eritrea?
Observando la tendencia en Eritrea, la situación actual no es alentadora dada la disminución del uso de electricidad tanto total como baja en carbono. En 2018, Eritrea alcanzó su mayor consumo eléctrico con 155 kWh por persona, y desde entonces, ha disminuido en 29 kWh. Asimismo, la generación baja en carbono también experimentó un leve descenso de 15 kWh por persona en 2019 a 14 kWh en 2023. Este retroceso en el consumo y generación de electricidad es alarmante, ya que un crecimiento continuo es esencial para mejorar la calidad de vida y apoyar el desarrollo sostenido en el país.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Eritrea debería enfocarse en expandir su infraestructura solar, que ya aporta parte aunque sea pequeña de su electricidad. Al observar las experiencias de otras regiones, China y Emiratos Árabes Unidos han logrado importantes cantidades de electricidad a partir de energía solar. Por otro lado, países como Francia y Estados Unidos destacan en el uso de la energía nuclear. Eritrea podría aprender de estos ejemplos, considerando una combinación de energía solar y nuclear para impulsar un suministro eléctrico más limpio y estable, crucial para su progreso y bienestar futuros.
Historia
Históricamente, la generación baja en carbono en Eritrea apenas ha experimentado cambios significativos. Desde principios de la década de 2000 hasta 2010, la generación tanto de solar como de eólica se ha mantenido estancada sin ningún incremento. Esta falta de evolución durante décadas subraya la necesidad urgente de establecer estrategias que impulsen la adopción y el crecimiento de tecnologías de generación baja en carbono. La historia muestra que el país ha recibido pequeñas o nulas aportaciones de energía solar, lo que resalta la gran oportunidad para que Eritrea invierta en infraestructuras solares o nucleares que puedan transformar su panorama energético.