Actualmente, el consumo de electricidad en Eritrea está muy por debajo del promedio mundial, que es de 410 watts por persona. El país tiene una gran dependencia de los combustibles fósiles, lo que significa que el nivel general de emisiones de gases de efecto invernadero es considerablemente alto. Además, este bajo nivel de generación de electricidad podría estar limitando el desarrollo económico del país, ya que una cantidad adecuada de energía es vital para impulsar la economía.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Eritrea podría considerar ciertas estrategias que han resultado efectivas en otros países. Por ejemplo, la República Popular de China y los Estados Unidos han tenido un gran éxito con la energía eólica, generando 964 y 425 TWh respectivamente. Por otro lado, Francia y Rusia han aprovechado la energía nuclear, produciendo 319 y 217 TWh esta última. No obstante, es importante tener en cuenta que Eritrea puede que no tenga los mismos recursos disponibles que estos países. Por lo tanto, una estrategia más viable podría ser la de emular a países con condiciones similares a las de Eritrea, como Chile y Sudáfrica, que han logrado generar significativas cantidades de electricidad solar.
La historia de la electricidad baja en carbono en Eritrea es muy limitada. La generación de energía solar se introdujo por primera vez en el país en 1997, pero no hubo un aumento en la generación de esta forma de energía hasta 2017. A lo largo de esta década, la generación de energía solar en Eritrea se mantuvo en cero TWh, lo que indica que no se tomaron medidas significativas para expandir esta forma de generación de energía. Por otro lado, la energía eólica se introdujo en el país en el año 2008, pero, al igual que la energía solar, su generación se mantuvo en cero TWh hasta el año 2010. En todo caso, es evidente que Eritrea aún tiene un largo camino por recorrer en términos de aprovechar las fuentes de energía baja en carbono como la solar y la eólica.