En 2023, el consumo de electricidad en Eritrea es notable por su baja generación y la prevalencia de fuentes fósiles. La cantidad de electricidad per cápita es significativamente menor que el promedio mundial de 3813 watts/persona, estando apenas cerca de una fracción de ese número. La generación de electricidad en Eritrea se basa principalmente en combustibles fósiles, con fuentes bajas en carbono, como la solar y la eólica, que representan casi nada en la matriz energética del país. Esta baja disponibilidad de electricidad no solo impide el desarrollo económico, sino que también limita el acceso a servicios básicos, lo que afecta negativamente a la calidad de vida de la población y frena oportunidades crecientes en el sector tecnológico e industrial.
Para mejorar la situación, Eritrea podría centrarse en aumentar su capacidad de generación solar, que ya empieza a mostrar potencial. Muchos países han demostrado cómo la expansión de la energía solar puede transformar su generación de electricidad. India, por ejemplo, generó 134 TWh a partir de solar, y Brasil 75 TWh, demostrando un fuerte compromiso con la energía solar. Eritrea también puede seguir el ejemplo de China, que tiene cantidades significativas de generación solar, llegando a 834 TWh. Aprender de estos ejemplos puede ayudar a Eritrea a diseñar políticas y estrategias efectivas para maximizar su capacidad solar disponible, disminuyendo su dependencia de combustibles fósiles y asegurando un futuro energético más sostenible.
El historial de electricidad baja en carbono en Eritrea ha sido muy limitado. Desde 1997 hasta 2019, no se registraron avances significativos en la generación de electricidad solar ni eólica. Este estancamiento histórico pone de manifiesto la falta de inversiones y desarrollo en energías limpias. Sin avances destacables en décadas recientes, Eritrea ha quedado rezagada respecto a la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Por lo tanto, es crucial que el país decida un enfoque proactivo hacia la construcción de infraestructura para la generación de energía baja en carbono, asegurando así mejoras en el suministro de electricidad y apoyando un crecimiento económico más limpio y equitativo.