En el año 2022, el consumo de electricidad en Benin se basó predominantemente en combustibles fósiles, específicamente 1.11 TWh. La contribución de energías limpias, como la solar, fue insignificante. Comparando este consumo per cápita con el promedio mundial de 432 vatios por persona, Benin presenta niveles considerablemente bajos de generación eléctrica. Este déficit puede tener serias repercusiones, incluyendo limitaciones en el desarrollo económico, restricciones en la calidad de vida y desafíos en la provisión de servicios de salud y educación, todos los cuales son cruciales para el bienestar de la sociedad.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Benin podría beneficiarse de observar ejemplos exitosos de otros países. China y Estados Unidos lideran con energía eólica y solar, generando respectivamente 886 TWh y 425 TWh en eólica y 584 TWh y 238 TWh en solar. India también destaca en la generación solar con 113 TWh y eólica con 82 TWh. Estos países muestran que una fuerte inversión en infraestructura de energía eólica y solar puede ser altamente efectiva. Benin podría aprender de estas naciones en cuanto a políticas, tecnologías y financiamiento para implementar un cambio hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Históricamente, Benin ha tenido una generación prácticamente nula de electricidad baja en carbono. Desde 1997 hasta 2017, el país no registró aumentos significativos en su capacidad de generación hídrica, y otros tipos de energía limpia como los biocombustibles y la solar tampoco mostraron crecimiento notable. En los últimos años, específicamente en 2019 y 2021, hubo intentos de introducir energía solar, pero sin aumentos considerables. Este historial sugiere la necesidad urgente de un cambio de estrategia para abordar efectivamente el desafío de la generación eléctrica, impulsando una transición hacia energías limpias y sostenibles, principalmente aprovechando el potencial de la energía solar y eólica.