En el año 2022, el consumo de electricidad en Camerún se compuso en su mayoría de energía baja en carbono, destacando principalmente la energía hidroeléctrica, la cual generó casi 5 TWh. Otros tipos de energía baja en carbono produjeron un poco más de 5 TWh en conjunto. La generación proveniente de combustibles fósiles, como el gas, estuvo alrededor de 3 TWh. En términos generales, la electricidad proveniente de fuentes limpias representa más de la mitad del total generado en el país. Comparado con el promedio global de 432 vatios por persona, el nivel de generación eléctrica en Camerún es considerablemente bajo, lo que puede tener efectos negativos en su desarrollo económico y calidad de vida, dificultando el acceso de la población a servicios básicos y limitando el crecimiento industrial.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Camerún debería considerar diversas estrategias basadas en las experiencias de países exitosos. China ha demostrado ser un líder global en la adopción de energía solar y eólica, generando 584 TWh y 886 TWh respectivamente en 2022. Otra opción sería invertir en energía nuclear, tomando como ejemplo a Francia y Canadá, que han logrado generar 336 TWh y 89 TWh respectivamente. Brasil también ha mostrado un notable progreso con la energía eólica, produciendo 96 TWh, a pesar de compartir algunas similitudes económicas con Camerún. Adoptar estas tecnologías permitiría a Camerún diversificar sus fuentes de energía, reducir su dependencia de combustibles fósiles y disminuir sus emisiones de carbono, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Camerún ha estado dominada por la energía hidroeléctrica. En la década de 1980, la producción experimentó incrementos constantes, como en 1981 con 0.4 TWh y en 1982 con 0.2 TWh. La tendencia continuó en los años siguientes con pequeños aumentos, aunque también hubo algunas fluctuaciones menores, como en 2002 cuando la generación disminuyó en 0.3 TWh y en 2005 con una reducción de 0.1 TWh. Un cambio significativo ocurrió en 2006 con la introducción de biocombustibles, aunque este incremento inicial de 0.6 TWh se invirtió rápidamente en 2007. Más recientemente, 2017 fue un año destacado con un aumento de 0.7 TWh en la producción hidroeléctrica. Sin embargo, hubo un retroceso en 2021 con una disminución de 0.4 TWh. Esta historia muestra un compromiso continuo pero variable con la energía baja en carbono, subrayando la necesidad de estrategias más consistentes y diversificadas.