En 2022, la mayoría de la electricidad en Botswana provino de combustibles fósiles. Más de la mitad, específicamente el 59%, fue generada con carbón. Las importaciones netas representaron alrededor del 39% del suministro de electricidad. La proporción de electricidad generada mediante fuentes bajas en carbono fue prácticamente inexistente. Esto pone de manifiesto una fuerte dependencia en fuentes de energía que contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la contaminación del aire.
Botswana puede aprender de otros países que han tenido éxito en aumentar su proporción de electricidad baja en carbono. Francia, por ejemplo, genera el 67% de su electricidad a través de la energía nuclear. Uruguay y Dinamarca han logrado obtener el 36% y el 61% de su electricidad mediante la energía eólica, respectivamente. Al considerar países con contextos económicos y geográficos algo comparables, se podría tomar en cuenta la capacidad de Namibia, que ha conseguido un 13% de generación solar, bastante similar a Malawi.
Históricamente, Botswana no ha registrado cambios significativos en la generación de electricidad baja en carbono. Desde 2012 hasta 2022, la generación solar se mantuvo constante en cero TWh anualmente. Este estancamiento muestra la necesidad urgente de invertir en infraestructura y políticas que incentiven el desarrollo de fuentes de energía más limpias y sostenibles. Las experiencias exitosas de otros países pueden ofrecer una guía valiosa para Botswana en el camino hacia una futura diversificación de su matriz energética.