En el año 2022, el consumo de electricidad en Botswana se basó mayoritariamente en combustibles fósiles, con casi el 60% proveniente del carbón y otros combustibles fósiles para un total de 2.62 TWh. Además, Botswana importó 1.66 TWh de electricidad, lo que indica una dependencia significativa de energía externa. La generación total de electricidad en el país fue considerablemente baja en comparación con el promedio mundial de 432 vatios/persona. Este bajo nivel de generación eléctrica puede tener efectos negativos en el desarrollo económico, acceso a servicios básicos y calidad de vida de la población.
Botswana puede aumentar su generación de electricidad baja en carbono mediante la adopción de tecnologías exitosas implementadas en otros países. Por ejemplo, India ha generado más de 100 TWh con energía solar, una solución adecuada debido a las condiciones climáticas similares. Del mismo modo, Brasil y Sudáfrica han aprovechado la energía eólica, generando alrededor de 96 TWh y 12 TWh, respectivamente. Botswana podría aprender de estos ejemplos para desplegar más proyectos de energía solar y eólica. Además, la opción de energía nuclear no debe ignorarse, dada su capacidad para proporcionar electricidad constante y limpia. Países como Francia y Sudáfrica han demostrado la efectividad de esta fuente con 336 TWh y 12 TWh, respectivamente.
En términos de historia de electricidad baja en carbono, Botswana ha tenido un desarrollo nulo en energía solar desde 2012 hasta 2022, con una generación consistente de 0 TWh cada año. Esta falta de avance en la adopción de energía solar es una oportunidad perdida, considerando el vasto potencial de recursos solares que posee el país. Es crucial que Botswana tome medidas significativas para cambiar esta trayectoria estancada y transforme su matriz energética hacia fuentes más limpias y sostenibles en la próxima década para garantizar un futuro energético sostenible.