En 2023, el estado actual del consumo de electricidad en Botswana muestra una dependencia significativa de los combustibles fósiles, que representan algo más de la mitad del total con un 57%. La mayor parte de esta energía a partir de combustibles fósiles proviene del carbón, que por sí solo aporta casi el 55% de la electricidad. Por otro lado, Botswana depende mucho de las importaciones netas de electricidad, las cuales constituyen cerca del 43% del consumo del país. En cuanto a energía baja en carbono, la contribución es prácticamente nula en Botswana, lo que significa que hay un gran espacio para el crecimiento en este sector y una urgente necesidad de descarbonizar la generación de electricidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Botswana podría beneficiarse de mirar ejemplos exitosos en otros países. Francia, Slovakia y Ucrania han tenido éxito con la energía nuclear, produciendo más del 50% de su electricidad a partir de esta fuente. También, países como Dinamarca han logrado generar más de la mitad de su electricidad mediante energía eólica. Además, naciones similares a Botswana, como Marruecos, han incrementado el uso de la energía eólica hasta un 21%, y Somalia ha logrado un 17% con energía solar. Botswana podría considerar invertir en estas tecnologías, adaptando las estrategias efectivas de estos países para desarrollar su propio sector de energía limpia.
Mirando hacia atrás, Botswana ha tenido un desarrollo muy limitado en la electricidad baja en carbono, específicamente en energía solar. Desde 2012 hasta 2023, no ha habido cambios notables en la generación de electricidad solar, permaneciendo en 0 TWh durante toda esta época. Esto señala una falta de inversión en infraestructuras de energía limpia en la última década, lo que ha llevado a una dependencia continua de fuentes de energía basadas en combustibles fósiles. Es crucial que Botswana cambie esta trayectoria invirtiendo en tecnologías limpias como la nuclear, la eólica y la solar para poder reducir su huella de carbono y asegurar un suministro energético más sostenible para el futuro.