En Somalia, el estado actual del consumo eléctrico no muestra mucho avance en la generación de electricidad baja en carbono. En 2022, la producción de electricidad fue casi inexistente en términos de fuentes limpias como la solar y la eólica. La generación de energía en el país se encuentra principalmente enfocada en combustibles fósiles, lo cual no solo limita el acceso a energía limpia y sostenible, sino que también contribuye negativamente al cambio climático y la contaminación del aire. Comparado con el promedio global de 3638 vatios por persona, Somalia está significativamente por debajo, lo que limita gravemente el desarrollo económico y los estándares de vida al restringir el acceso a servicios básicos y oportunidades económicas.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Somalia puede aprender de países que han tenido éxito en este sector. Un ejemplo relevante es el de Brasil, que ha logrado generar más de 100 TWh de energía eólica, a pesar de contar con condiciones económicas similares. Implementar políticas que incentiven la inversión en energía solar y eólica podría ser un paso importante para Somalia. También es crucial establecer marcos regulatorios claros que atraigan inversiones extranjeras en infraestructuras de energía limpia. Además, alianzas estratégicas y cooperación internacional pueden acelerar la adopción de estas tecnologías en el país.
Históricamente, Somalia no ha mostrado cambios significativos en la generación de electricidad baja en carbono durante los últimos años. Desde 2016 hasta 2022, los datos indican que no ha habido aumentos en la generación de energía eólica o solar, lo que subraya la falta de inversión y desarrollo en este sector. Esto destaca una oportunidad desaprovechada para mejorar la seguridad energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Priorizar la transición a energías bajas en carbono es crucial para el país si busca mejorar la resiliencia energética y contribuir a los esfuerzos globales contra el cambio climático.