En Somalia, el estado actual del consumo de electricidad es alarmante con un uso de energía que es casi inexistente. Cerca de todo el consumo se basa en combustibles fósiles, lo que no solo impacta negativamente al medio ambiente, sino que también genera una dependencia poca sostenible y sujeta a variaciones en los precios del petróleo y el gas. Existe una ausencia casi total de electricidad baja en carbono, lo cual es una preocupación urgente considerando los efectos del cambio climático y la contaminación del aire. En comparación con el promedio global de consumo de electricidad, que se sitúa en 3638 watts/persona, Somalia presenta niveles muy bajos de generación eléctrica total. Estos bajos niveles de generación y consumo de electricidad pueden obstaculizar el progreso económico y social, limitando el acceso a servicios básicos como la iluminación, el acceso al agua mediante bombeo, la refrigeración de medicamentos y otros servicios esenciales modernos.
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, Somalia podría aprender de países que han tenido éxito en la integración de energía solar y eólica. Por ejemplo, India ha incrementado considerablemente la generación tanto de energía solar como eólica, acumulando respectivamente 128 TWh y 91 TWh, lo que ha impulsado su transición energética. Otros países como cómo Vietnam y Chile también han mostrado avances positivos en energía solar y eólica, lo que podría servir de ejemplo a Somalia, dado que sus condiciones climáticas y recursos naturales son similares. Una mayor inversión en infraestructura que aproveche el potencial solar y eólico presente en el país puede ser una estrategia clave para mejorar el acceso a electricidad limpia y sostenible, proponiendo un futuro más verde y autosuficiente.
Históricamente, Somalia no ha registrado mejoras en el ámbito de electricidad baja en carbono en las últimas décadas, según los datos disponibles. Desde 2016 hasta 2022, no se observan incrementos en la producción de energía eólica o solar. Esta falta de desarrollo resalta una oportunidad significativa para que Somalia construya un tipo de infraestructura energética que no se ha aprovechado en el pasado. La experiencia de otros países ha demostrado que una transición hacia el uso de energías bajas en carbono puede configurarse como una solución viable para cumplir con futuras necesidades energéticas, mitigar el impacto ambiental y fomentar el desarrollo sostenible. Las estrategias exitosas de países como China y Estados Unidos en el desarrollo de energía nuclear, eólica y solar demuestran que diversificar las fuentes de electricidad puede conducir a un crecimiento económico y ambiental positivo. Es crucial que Somalia comience a identificar metas claras en la implementación de estas tecnologías para asegurar un suministro eléctrico más estable y limpio.