Actualmente, el consumo de electricidad en Burundi es extremadamente bajo en comparación con el promedio mundial de 410 vatios por persona. La generación de electricidad en el país proviene principalmente de fuentes de energía baja en carbono, especialmente la energía hidroeléctrica. Sin embargo, la capacidad total de generación es minúscula, aportando a un suministro eléctrico insuficiente que limita severamente el desarrollo socioeconómico. El acceso limitado a la energía eléctrica hiere la productividad de las industrias, la provisión de servicios públicos y la calidad de vida en general.
Para aumentar su generación de electricidad baja en carbono, Burundi podría aprender de los enfoques adoptados por otros países. Por ejemplo, países como Brasil han demostrado éxito en la generación de electricidad a través de energía eólica, generando 94 TWh en 2022. Aunque Burundi no tiene un alto potencial eólico, puede considerar el desarrollo de energía solar, similar a cómo Vietnam ha impulsado su generación de energía solar a 27 TWh. El país también podría considerar la introducción de energía nuclear en su mix de energías, aunque esto requeriría inversiones significativas en infraestructura y formación.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Burundi, el país ha dependido principalmente de la energía hidroeléctrica. No obstante, la generación por esta vía ha permanecido prácticamente inalterada desde 1991 hasta 2022. Durante este período, la generación se mantuvo constante, sin cambios significativos. En 2013, Burundi introdujo biocombustibles en su mix energético, pero la generación fue mínima. En 2016, el país experimentó con energía solar, pero no hubo cambios notables en su generación de electricidad. El mayor cambio se observó en 2019, cuando la generación de energía hidroeléctrica aumentó en 0,1 Twh, un incremento pequeño pero significativo en el contexto de Burundi. En general, la historia de electricidad baja en carbono en Burundi ilustra tanto el potencial sin explotar del país como los desafíos considerables para aumentar la generación y el consumo de energía eléctrica limpia.