En Sudáfrica, la situación actual del consumo de electricidad muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, con estos representando un poco más del 83% del total, siendo el carbón la fuente principal con un 82%. Esto significa que la mayoría de la electricidad todavía se genera a partir de fuentes no sostenibles. En contraste, la energía de baja en carbono, que es más limpia y sostenible, representa aproximadamente el 17% de la oferta total. Dentro de esta categoría, la energía solar está liderando con algo más del 8%, seguida por la energía eólica con cerca del 5% y la energía nuclear con el 3.5%. Este panorama sugiere una necesidad urgente de continuar aumentando la capacidad de generación de electricidad de baja en carbono para reducir la huella de carbono y mejorar la sostenibilidad del sistema energético del país.
¿Está creciendo la electricidad en Sudáfrica?
La comparación histórica de la electricidad consumida por persona en Sudáfrica en 2024 muestra una preocupante disminución desde su máximo en 2007. La última cifra de consumo es de 3815 kWh por persona, una disminución considerable de 1400 kWh por persona en comparación con el máximo histórico de 5214 kWh de ese año. A pesar de esta disminución en el consumo total, hay un desarrollo positivo en el aumento de la electricidad de baja en carbono, que alcanzó 634 kWh por persona en 2024, superando el récord anterior en 2021, que era de 491 kWh por persona. Esto marca un incremento favorable de 143 kWh en la generación de electricidad de fuentes limpias, lo que demuestra un giro hacia un sistema más ecológico y saludable.
Sugerencias
Para que Sudáfrica aumente su generación de electricidad de baja en carbono, podría aprender de otros países y regiones que han logrado éxitos notables en este campo. Por ejemplo, Francia ha alcanzado un impresionante 68% de generación nuclear, lo que sugiere que una inversión sustancial en capacidad nuclear podría ser un camino viable. Del mismo modo, Iowa produce el 63% de su electricidad a partir de energía eólica, sugiriendo que Sudáfrica podría explotar su potencial eólico para aumentar su cuota de energía limpia. La expansión en solar también es crucial, como se puede ver en Líbano y California con un 31% y 19% de generación solar, respectivamente. Al emular estas estrategias, Sudáfrica podría reducir su dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Historia
En cuanto a la historia de la electricidad de baja en carbono en Sudáfrica, se observan fluctuaciones considerables en la generación nuclear a lo largo de las décadas. A partir de los años 80, con algunos incrementos significativos en 1984 y 1988, pero también declives importantes en 1987 y 1990. La década de 2000 continuó esta tendencia de irregularidad, con descensos notables en 2001 y 2005. Sin embargo, en la última década, ha habido un aumento en energías limpias, con repuntes en la generación de energía eólica en 2015 y 2017, y sobre todo un significativo incremento en la energía solar en 2024. Aun así, para lograr un desarrollo sostenido, Sudáfrica deberá priorizar la estabilidad y el crecimiento continuo en su capacidad de generación de energía limpia, especialmente mediante nuevas inversiones en infraestructuras nucleares y solares.
Electrificación
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