Durante el periodo comprendido entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, la electricidad en Sudáfrica se genera principalmente a partir de combustibles fósiles, que constituyen más de cuatro quintas partes del total, con el carbón liderando esta categoría al abarcar cerca del 81%. En contraste, la electricidad baja en carbono representa aproximadamente el 17% de la generación total del país. Dentro de esta categoría, la energía solar se destaca con algo más del 8%, seguida por el viento con casi el 5% y la nuclear con poco más del 3%. Esto pone de manifiesto que, aunque Sudáfrica ha hecho avances en adoptar fuentes de energía más limpias, aún queda un largo camino por recorrer para reducir significativamente su dependencia de los combustibles fósiles y aumentar la proporción de energía baja en carbono en el mix energético.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Sudáfrica podría aprender de la experiencia de otros países que han tenido éxito en este ámbito. Por ejemplo, Francia ha logrado producir el 68% de su electricidad a partir de energía nuclear. Este enfoque podría ser especialmente relevante para Sudáfrica, dado que ya tiene infraestructura y experiencia en la generación nuclear. Además, países como Dinamarca generan el 59% de su electricidad gracias a la energía eólica, y este podría ser otro camino a explorar, dadas las condiciones climáticas favorables en algunas regiones de Sudáfrica para la energía eólica. Imitar el compromiso de estos países con la energía baja en carbono no solo puede mitigar los impactos del cambio climático, sino también mejorar la calidad del aire y reducir la dependencia del carbón.
La historia de la electricidad baja en carbono en Sudáfrica refleja momentos tanto de crecimiento como de disminución, particularmente en el sector nuclear. En la década de 1980, Sudáfrica experimentó fluctuaciones con el crecimiento nuclear, aumentando en 1984 y 1986 pero descendiendo en años como 1987 y 1990. Aunque se registraron repuntes ocasionales, como en 1994 y 2016, también hubo declives significativos, especialmente en 2020. A pesar de estos altibajos en la producción nuclear, el país ha comenzado a diversificar sus esfuerzos al ampliar la generación eólica y solar, destacándose un notable aumento de la energía solar en 2024 con 12.4 TWh adicionales en comparación con el año anterior. Este crecimiento subraya el potencial de Sudáfrica para acelerar su transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.