En Mauritania en 2022, el consumo de electricidad fue bastante limitado, con más de la mitad provisto por combustibles fósiles, alcanzando 1.19 TWh. La generación de electricidad baja en carbono era prácticamente inexistente, lo que indica una fuerte dependencia en fuentes de energía que contribuyen al cambio climático y a la contaminación del aire. Comparado con el promedio mundial de 3638 watts por persona, Mauritania se queda considerablemente atrás en términos de generación de electricidad per cápita. Esto puede resultar en restricciones significativas para el desarrollo económico y social, limitando el acceso a servicios esenciales como educación y salud, e impidiendo la capacidad del país para atraer inversiones que dependen de un suministro energético seguro y limpio.
Para incrementar su generación de electricidad baja en carbono, Mauritania puede tomar ejemplo de países con logros exitosos en energías limpias. Por ejemplo, China y Brasil han realizado avances importantes en energía eólica, generando 1003 TWh y 102 TWh respectivamente. Siguiendo sus pasos, Mauritania podría aprovechar su abundante recurso eólico. En cuanto a la energía solar, India (128 TWh) y Australia (50 TWh) han demostrado el potencial de estas tecnologías en geografías con alta insolación, algo que Mauritania también podría explotar dadas sus condiciones climáticas. Estas acciones no solo contribuirían a reducir las emisiones, sino que permitirían al país diversificar su matriz energética, logrando una mayor estabilidad.
Históricamente, el camino de Mauritania hacia la generación eléctrica baja en carbono ha sido lento y con muchos altibajos. Desde principios de los 2000, ha habido primas de inactividad en la generación hidroeléctrica, con pequeñas variaciones, alcanzando tan solo un incremento de 0.1 TWh en 2009. La energía eólica comenzó a contribuir ligeramente en 2015 con un aumento de 0.1 TWh, pero no ha habido avance desde entonces. Similarmente, la energía solar hizo su primera aparición en 2018, generando un modesto 0.1 TWh al año, manteniéndose sin cambios. Este débil desempeño subraya la urgente necesidad de políticas más ambiciosas y efectivas que impulsen el aumento de energías limpias en Mauritania, maximizando el potencial que ofrecen la energía eólica y solar.